Pekín y Moscú refutan las críticas de Biden

China y Rusia salieron a afirmar ayer que se toman en serio la emergencia climática, en respuesta a las críticas que el presidente estadounidense, Joe Biden, lanzó contra ellos en la cumbre sobre el clima COP26

Pekín y Moscú refutan las críticas de Biden

No estamos de acuerdo” con las acusaciones de Estados Unidos, afirmó desde Moscú el vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, cuyo país es el quinto mayor emisor de gases que provocan el calentamiento global. El vocero aseguró que Rusia está tomando acciones contra el cambio climático coherentes, reflexionadas y serias”.

Los actos hablan más que las palabras”, agregó desde Pekín un vocero de la diplomacia china, Wang Wenbin, quien rechazó las palabras vacías” de Biden al aseverar que China es el país que más invierte en energías limpias.

Japón anunció que invertirá 10.000 millones de dólares

El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, prometió fondos de hasta 10.000 millones de dólares durante cinco años para promover la transición energética en Asia, en su comparecencia en la cumbre del clima COP26. Japón seguirá adelante para emprender esfuerzos hacia las cero emisiones netas en Asia, el motor del crecimiento económico mundial”, afirmó Kishida.

Quiero transmitir al mundo la firme determinación de Japón de ejercer su liderazgo hacia las cero emisiones en Asia”, agregó. El fondo de 10.000 millones se sumaría a la ayuda de 60.000 millones de dólares anunciada en junio por Japón para acercarse al compromiso de los países desarrollados de movilizar 100.000 millones de dólares anuales en financiamiento climático.

Bancos privados prometen US$ 130 billones

Una coalición financiera liderada por el ex presidente del Banco de Inglaterra (BoE), Mark Carney, prometió hasta 130 billones de dólares de fondos privados para alcanzar los objetivos de cero emisiones para 2050.

En la COP26, la Alianza Financiera de Glasgow para Net Zero (Gfanz) -compuesta por más de 450 bancos-, se comprometió a ayudar a limitar las emisiones de gases de efecto invernadero.

En la práctica, significa que los préstamos bancarios que se destinarían a un campo petrolífero o una mina de carbón se desviarán a energías renovables. Sólo este enfoque puede financiar los 100 billones de dólares de inversión que se calcula que se necesitan en las próximas tres décadas para un futuro de energía limpia”, dijo Carney.

Salir de la versión móvil