Preocupación por ataques en la central nuclear de Zaporiyia

Por los bombardeos rusos, más de diez millones de ucranianos quedaron sin luz

Preocupación por ataques en la central nuclear de Zaporiyia

Sunak (centro) junto a Zelenski frente a tanques ucranianos el sábado en Kiev.

Una vez más, Rusia y Ucrania eligieron como escenario bélico la planta de energía atómica más grande de Europa, la central de Zaporiyia. El director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, mostró su preocupación e informó que el domingo se registraron “potentetes” bombardeos en la central, ubicada en el sur de Ucrania y controlada por el Ejército ruso desde marzo.

“Esta noticia es extremadamente preocupante. Se produjeron potentes explosiones en el sitio de esta importante central nuclear, lo que es completamente inaceptable”, dijo Grossi. Afirmó que Zaporiyia fue objeto de “una buena docena de ataques”, a su juicio “absolutamente deliberados y selectivos”, aunque declinó atribuir la responsabilidad a las tropas rusas o ucranianas. El jefe de los inspectores nucleares de la ONU se manifestó indignado por el hecho de que algunos “consideren que una central nuclear es un objetivo militar legítimo”. “La planta está en primera línea, hay actividades militares que son muy difíciles de identificar, hay tropas rusas y ucranianas operando. Hay que detener esta locura”, exhortó.

Mientras tanto los países involucrados se acusan mutuamente. El operador ucraniano Energoatom culpó a Rusia de los ataques. “Como resultado de numerosos bombardeos rusos, se registraron al menos 12 impactos contra el territorio de la central nuclear de Zaporiyia”, aseguró Energoatom. El Ejército ruso negó la autoría del ataque.

Por otra parte, el primer ministro ucraniano, Denis Chmigal, afirmó que a raíz de los bombardeos del jueves pasado, “casi la mitad del sistema energético quedó fuera de servicio” y más de diez millones de usuarios quedaron sin electricidad. Rusia bombardea las infraestructuras energéticas de Ucrania desde octubre y el Ministerio ruso de Defensa aseguró que todos los objetivos, tanto militares como energéticos, habían sido destruidos. Los ataques coincidieron con las primeras nevadas. Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), este invierno “pondrá en peligro la vida de millones de personas” en el país.

Visita sorpresa

El primer ministro británico, Rishi Sunak, visitó de manera imprevista Kiev, donde se reunió con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, para ratificar el apoyo de su país a Ucrania en la guerra con Rusia.

Sunak prometió un nuevo paquete de ayuda para reforzar la defensa aérea de Kiev, estimado en 50 millones de libras. Concretamente, son 125 cañones antiaéreo y tecnología para contrarrestar los aviones no tripulados y se suma a los más de 1.000 nuevos misiles antiaéreos anunciados por la Defensa del Reino Unido, a principios de mes. “El valor del pueblo ucraniano es una inspiración para el mundo”, destacó Sunak.

Fueron saboteados

Una investigación realizada por Suecia sobre las explosiones ocurridas a fines de septiembre en los gasoductos Nord Stream 1 y 2, que conecta Rusia con Alemania bajo el mar Báltico y proveen el fluido a Europa, confirmó que en ambos casos se trató de “sabotajes”. Aún se desconoce el responsable de los ataques.

Los aliados occidentales de Kiev acusan al Kremlin, que lo negó categóricamente. Otras teorías apuntan a Estados Unidos y Ucrania como posibles beneficiarios del daño. El Nord Stream 2 nunca se habilitó y el 1 estuvo activo parcialmente hasta agosto, cuando Moscú informó una fuga en la estación compresora.

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