El descontento social aumenta en China, donde el Gobierno continúa aplicando su política de “Covid Cero” ante la aparición de nuevos casos de coronavirus con confinamientos masivos y gran presencia de las fuerzas de seguridad en las calles.
Si bien la estrategia del gigante asiático permitió contener con gran eficiencia la pandemia, los efectos económicos y el prolongado encierro empezaron a producir hartazgo en la población, que en los últimos días comenzó a protestar en espacios públicos.
No obstante, el Gobierno chino no parece dispuesto a tolerar las protestas, que se extienden por diversas ciudades del país y convoca a diversos sectores poblacionales desde trabajadores hasta estudiantes.
Ayer, las autoridades reaccionaron con un intenso despliegue policial en puntos críticos de Beijing y Shanghái. Hubo represión con gas pimienta. Mientras tanto, la manera de manifestar es con canciones y demandas como “¡No queremos PCR, queremos libertad!”. A su vez, un símbolo de protesta es levantar papeles en blanco para criticar la censura que vive la ciudadanía.
El fin de semana se organizaron y levantaron los jóvenes universitarios, de las principales ciudades. Previamente lo hicieron los trabajadores de la mayor planta de fabricación de iPhone en China, propiedad del gigante tecnológico taiwanés Foxconn. }
En tanto, ante el aumento de casos el gobierno de Xi Jiping dispuso que los residentes de ocho barrios de la ciudad suroriental de Zhengzhou ,donde viven 6,6 millones de personas, no salgan de sus casas durante cinco días, excepto para comprar alimentos o recibir tratamiento médico. La medida comenzó el jueves pasado y también generó una ola de repudio.
Entre el hartazgo y la prevención
El Gobierno chino mantiene las medidas de cierres y pruebas masivas de PCR a raíz de la baja tasa de vacunación de los ancianos (unos 267 millones de personas mayores de 60 años no recibieron la dosis de refuerzo) y las debilidades de su sistema de salud.
Las últimas medidas se tomaron en base a las cifras de nuevos contagios que batieron su récord por quinto día consecutivo. La cifra se identificó después de que la Comisión Nacional de Sanidad informó el domingo pasado sobre 40.347 casos detectados.
De ellos, 36. 525, un 90,5%, son asintomáticos según los estándares de la institución. No obstante, la población comenzó a demostrar su hartazgo en un país donde las expresiones públicas son inusuales por el férreo control del Partido.