Rusia multiplica los ataques en medio del referendo de anexión

La votación para sumarse al país invasor se realiza en cuatro provincias ocupadas

Rusia multiplica los ataques en medio del referendo de anexión

El referendos comenzaron a votarse en Jerson, Zaporiyia, Donetsk y Lugansk.

El fuego y la furia siguen desangrando a Ucrania en medio de una ofensiva que corre contra reloj por la llegada del invierno, que terminará de convertir al campo de batalla en un escenario inhumano para las partes.

Rusia lanzó ayer un segundo ataque en 48 horas contra la sureña ciudad de Odesa con drones de fabricación iraníes, lo que desató una nueva crisis diplomática con Ucrania, mientras ambos bandos se acusaron de lanzar misiles en otras zonas del país europeo, incluidas las cuatro provincias ocupadas por Moscú que estaban celebrando referendos de anexión a Rusia, considerados “farsas” por Kiev.

El ataque en Odesa se produjo dos días después de que una primera ofensiva rusa con esos drones matara a dos civiles en esa ciudad. “Odesa fue atacada de nuevo por drones suicidas del enemigo”, indicó la Comandancia Operativa Sur del Ejército de Ucrania, que precisó que “el enemigo golpeó tres veces el edificio de la administración en el centro de la ciudad”. Según explicó, uno de los drones fue derribado por la fuerza aérea ucraniana, sin víctimas. Principal puerto de Ucrania, Odesa es capital de la provincia del mismo nombre, que da al mar Negro.

En paralelo, una subestación eléctrica cortó la energía y tres personas resultaron heridas en Zaporiyia luego de una docena de ataques con misiles rusos, reportó el jefe de la administración militar regional, Oleksandr Starukh. “Se registraron ataques con misiles enemigos en varios distritos de la ciudad de Zaporiyia y en una aldea cerca del centro regional en el distrito de Zaporiyia; la información sobre las víctimas no está clara; por el momento, sabemos de tres heridos”, dijo el informante. Además, durante las últimas 24 horas, el Ejército ruso lanzó siete misiles y realizó 22 ataques aéreos sobre el territorio de Ucrania, según datos publicados por el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Kiev.

El anuncio de estos ataques se produjo mientras las autoridades prorrusas en cuatro provincias ocupadas de Ucrania celebraban los referendos de anexión a Rusia, calificados de “farsas” por el gobierno ucraniano en Kiev, que según Estados Unidos obligarán a una respuesta “rápida y severa” por parte de las potencias occidentales.

Las votaciones se celebran en las provincias orientales de Donetsk y Lugansk y en las meridionales de Jerson y Zaporiyia -donde se encuentra la mayor planta nuclear de Europa, que está ocupada por Rusia- durante cinco días, hasta mañana. En dos días, en Donetsk habían votado más de 850.000 personas y la participación alcanzaba a 55,05% del padrón, según reveló el presidente de la Comisión Electoral Central de esa provincia, Vladimir Vysotsky. Asimismo, en Jerson había votado 31,79% de los ciudadanos en condiciones de hacerlo; en Zaporiyia, 35,54%, y en Lugansk 45,86%, según informó el funcionario.

Lavrov acusó a EE.UU. de impulsar una “rusofobia”

El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, acusó este sábado en la Asamblea General de la ONU a Occidente de impulsar una “rusofobia sin precedentes”, “grotesca” y “rampante”, en un discurso donde le pidió al organismo y a Turquía que influyan en Estados Unidos y la Unión Europea (UE) para que levanten las restricciones a la exportación de granos y fertilizantes rusos.

“La rusofobia oficial en Occidente no tiene precedentes, su alcance es grotesco”, aseveró Lavrov en su intervención, donde acusó a EE.UU. de creerse “un enviado de Dios en la Tierra sin ninguna obligación”, pero con el “único sagrado derecho de actuar con impunidad cuando y donde quiera”. “No se avergüenzan de decir que tratan de infligir una derrota militar a nuestro país pero también destruir y fracturar a Rusia”, agregó Lavrov, quien acusó a Occidente de querer “borrar del mapa” a Rusia.

El canciller ruso defendió también el referendo de anexión que empezó a realizarse en algunas zonas ocupadas de Ucrania, bajo el argumento de que la gente reclama la tierra “donde sus ancestros han vivido durante cientos de años”.

El presidente estadounidense, Joe Biden, y otros líderes occidentales dejaron claro que nunca aceptarán los resultados de dichas consultas, al considerarlas como un intento de alterar las fronteras del país por la fuerza. Incluso, el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió ayer al gobierno de Vladimir Putin que cualquier uso de armas nucleares tendrá “consecuencias catastróficas” para Rusia, ya que el país norteamericano y sus aliados responderán “de manera decisiva”.

Polémica con Irán por armar a Moscú

El ataque ruso de ayer en Odesa se produjo dos días después de una primera ofensiva con drones de fabricación iraní –que dejó dos civiles muertos en la estratégica ciudad-, lo que una enérgica protesta del Gobierno ucraniano contra el país islámico por suministrarle armas a Rusia.

“En respuesta a un acto tan hostil, la parte ucraniana decidió retirarle al embajador de Irán en Ucrania su acreditación y reducir considerablemente el número de miembros del personal diplomático de la embajada de Irán en Kiev”, indicó el sábado el Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano en un comunicado.

“La parte iraní fue informada de que abastecer de armas a Rusia va en contra de la posición de neutralidad, del respeto de la soberanía y de la integridad territorial de Ucrania”, agregó la cartera.

Si bien lamentó la decisión, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Nasser Kanani, afirmó que la decisión del Gobierno ucraniano “se basa en informes no confirmados y provocados por la creación de un alboroto mediático de partes extranjeras”.

El diplomático aseguró que Irán adoptó una “clara política de neutralidad” en la guerra, declaró su oposición al conflicto y la necesidad de una solución política de las disputas lejos de la violencia.

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