Rusia suma acusaciones en el Concejo de Seguridad

Zelenski pidió la exclusión del país del organismo de la ONU tras acusarlo de llevar a cabo una masacre de civiles en Bucha

Rusia suma acusaciones en el Concejo de Seguridad

La Defensora del Pueblo de Ucrania denunció el hallazgo de una nueva fosa común al lado de una iglesia en Bucha.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas abordó ayer las denuncias por crímenes de guerra en Ucrania, en una sesión donde el presidente Volodimir Zelenski pidió la exclusión de Rusia del organismo tras acusarla de realizar una masacre de civiles en Bucha, mientras que el Kremlin dijo que esas denuncias son una “provocación falaz que sirven para encontrar un pretexto para torpedear las negociaciones de paz”.

La indignación internacional que causaron las imágenes de cadáveres civiles diseminados en calles de la localidad concentró la agenda de la reunión, donde Rusia volvió a quedar expuesta al repudio mundial. Al hablar en videoconferencia, Zelenski comparó la violencia en Bucha con los atentados cometidos “por terroristas como Daesh”, acrónimo en árabe del grupo Estado Islámico (EI), pero “perpetrados por un miembro del Consejo de Seguridad de la ONU”. “Mataron a personas en sus departamentos, en sus casas con granadas, aplastaron a civiles con tanques cuando estaban en el interior de sus coches en medio de la carretera, únicamente por placer”, enumeró el presidente ucraniano, quien enfatizó que fueron los “peores crímenes de guerra” desde la Segunda Guerra Mundial y pidió que se excluya a Rusia del Consejo de Seguridad -del cual es uno de los cinco miembros permanentes-, así como una reforma de la ONU para que “el derecho al veto no signifique derecho a morir”.

“Excluir a Rusia como agresor y el que inició la guerra para que no bloquee las decisiones relacionadas con su propia agresión”, sintetizó Zelenski, que acompañó su exposición con un video de “imágenes espantosas” de civiles muertos en Ucrania, en palabras de la embajadora británica, Barbara Woodward. A la mañana, la Defensora del Pueblo de Ucrania, Lyudmyla Denisova, ya había informado que entre 150 y 300 cuerpos podrían haber sido arrojados a una fosa común localizada junto a una iglesia en Bucha.

“Vieron cadáveres y escucharon testimonios, pero solo vieron lo que les mostraron. No pueden ignorar las flagrantes incoherencias en la versión de los hechos promovida por los medios de comunicación ucranianos y occidentales”, respondió el representante ruso, Vasili Nebenzia, quien volvió a negar las denuncias y enumeró los esfuerzos de su país por salvar a ciudadanos de Ucrania. Asimismo, le endilgó a Zelenski “la guerra” al idioma ruso que habría declarado en Ucrania bajo su mandato, que definió como “nazi”. Nebenzia citó numerosos atropellos de Ucrania en la zona del Donbas y anunció que su país posee videos que prueban esas aberraciones: “Rusos y ucranianos torturados hasta la muerte con svásticas que se les marcan en el pecho. Y ustedes culpan de todo eso al Ejército ruso. Esto es inaceptable”, protestó Nebenzia.

Posteriormente, el canciller ruso, Serguei Lavrov, consideró que las denuncias son una “provocación abierta y falaz, que sirve para encontrar un pretexto para torpedear las negociaciones de paz”; e insistió con la idea de que las imágenes de Bucha son un “montaje”. Sin embargo, el diario británico Times desmintió sus argumentos al sostener que los videos satelitales confirman que muchos de los civiles fueron asesinados en Bucha hace más de tres semanas, cuando el Ejército ruso controlaba la ciudad.

Lo cierto es que la propia ONU informó que recibió “testimonios creíbles” de que Rusia habría utilizado bombas de racimo en zonas pobladas de Ucrania al menos 24 veces, mientras que el Alto Comisionado de la ONU para los DD.HH. aseveró que “todas las señales apuntan hacia el hecho de que las víctimas (en Bucha) fueron un objetivo deliberado y asesinadas directamente. Y estas pruebas son muy preocupantes”. Por su parte, el secretario general del organismo, António Guterres, reclamó una investigación “independiente” para determinar si lo ocurrido en Bucha constituye un “crimen de guerra”. A la vez, se siguen sumando denuncias contra Rusia: la Justicia francesa anunció que abrió tres nuevas investigaciones por presuntos “crímenes de guerra” contra ciudadanos franceses cometidos en la ciudad de Mariúpol (sur de Ucrania), Gostomel (en la región de Kiev) y Chernígov (norte).

Europa amplía la expulsión de diplomáticos

Más países de Europa anunciaron ayer expulsiones de diplomáticos rusos acusados de espionaje y de trabajar contra los intereses nacionales, luego del escándalo por la matanza de civiles en Ucrania.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, anunció que fueron declarados “persona non grata” varios miembros de la representación de Rusia ante la UE por “actividades contrarias” a su estatuto, sin precisar el número.

Un día después de que Alemania y Francia expulsaran a más de 70 diplomáticos rusos, la medida fue continuada por Italia -que anunció el desplazamiento de otros 30-; España –que le dio siete días de plazo a los 25 diplomáticos y personal de la Embajada de Rusia en Madrid para abandonar el país-; Portugal –que declaró persona no grata a 10 empleados de la Embajada rusa-; y Eslovenia –que anunció la expulsión de 33 diplomáticos-. Ante esta situación, el Kremlin denunció “la falta de visión” de Europa y anticipó que responderá con medidas similares.

Se profundiza el asedio a Mariupol

El Ejército ruso anunció ayer la ofensiva final para la toma de la ciudad portuaria de Mariupol (mar de Azov) después de que venciera el plazo para que las fuerzas ucranianas depusieran las armas y abandonaran la urbe en dirección al territorio controlado por Kiev.

“Tomando en consideración el desinterés de Kiev de conservar la vida de sus militares, Mariupol será liberado de las unidades nacionalistas por las Fuerzas Armadas de Rusia y la República Popular de Donetsk”, alertó el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, el general Igor Konashenkov.

Ya ayer, varios bombardeos se registraron en Kramatorsk, ciudad en el este que está aún bajo control de Kiev, aunque amenazada por una fuerte ofensiva de las tropas rusas.

Según un periodista de la agencia de noticias AFP, los disparos -probablemente misiles- destruyeron una escuela en el centro de la localidad; mientras que también se denunciaron ataques en grandes ciudades como Odesa (sur) y Jarkov (noreste).

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