Ucrania se queda sin armamento cuando Rusia rodea Severodonetsk

El avance de las tropas invasoras pone en un brete a las potencias occidentales

Ucrania se queda sin armamento cuando Rusia rodea Severodonetsk

Con la balanza de la guerra inclinándose día a día a favor de Rusia, las autoridades ucranianas lanzaron ayer un dramático pedido de apoyo efectivo con armas a las potencias occidentales, mientras sus tropas menguadas “siguen resistiendo” en Severodonetsk, ciudad estratégica que se convirtió en epicentro de los combates y donde el Kremlin anunció la apertura de un corredor humanitario para evacuar a aproximadamente 500 civiles atrincherados en una fábrica química.

Esta localidad industrial, así como su vecina Lisichansk, se encuentran desde hace semanas bajo el fuego de las tropas rusas. Su caída significaría la pérdida del último reducto que controla Kiev en Lugansk, una de las dos regiones que junto a Donetsk conforman la cuenca minera del Donbass, región que Moscú pretende conquistar.

Con las tropas rusas prácticamente en control del casco urbano de la ciudad, los ucranianos están sufriendo pérdidas horribles en Severodonetsk: según sus propias estimaciones, tienen entre 100 y 200 bajas por día, en un baño de sangre que va de mal en peor por la determinación de los ucranianos de luchar hasta el fin. El propio presidente Volodimir Zelenski admitió ayer que el costo humano de esta batalla “es muy alto, simplemente aterrador”, pero se mostró confiado un vuelco de la situación si recibe más armas de Occidente.

Sin embargo, la viceministra de Defensa ucraniana, Anna Maliar, alertó que el país invadido recibió apenas “un 10% de las armas” que necesita para enfrentar la invasión rusa, en un dramático pedido a las potencias aliadas. “Hemos recibido un 10% del armamento que indicamos necesitar. Por muchos esfuerzos que haga Ucrania y por muy profesional que sea nuestro Ejército, sin la ayuda de nuestros socios occidentales no podremos ganar esta guerra”, declaró.

Si bien Estados Unidos anunció que hoy presidirá una reunión en Bruselas del Grupo de Contacto para Ucrania donde se discutirá una posible aceleración de las entregas de armas, lo cierto es que las potencias occidentales ya discuten cómo enfrentar la siguiente fase del conflicto, bajo la premisa de que Rusia conquistará el Donbass, lo que abre un dilema profundo para Europa, que afecta a su propia supervivencia: si presiona a Kiev para que se siente a negociar la paz con Moscú o se arriesga a una escalada militar más agresiva de Rusia que pueda llegar a su propio territorio, donde varios países tienen arsenales menguados justamente por la ayuda enviada a Ucrania.
Por lo pronto, el Ejército ruso anunció que organizó un corredor humanitario para hoy destinado a los cientos de civiles atrincherados en la fábrica química de Azot, de Severodonetsk, en otra tragedia enorme que está dejando la guerra.

Para el papa, “se declaró la Tercera Guerra”

El papa Francisco emitió otra fuerte declaración en medio de la invasión rusa a Ucrania, donde se mostró convencido de que “se ha declarado una Tercera Guerra Mundial” con el conflicto bélico, el cual “pudo ser provocado” y, a su entender, está ligado al comercio mundial de armas.

“Para mí hoy se ha declarado la Tercera Guerra Mundial. Esto es algo que debería hacernos reflexionar”, indicó Francisco, quien se preguntó “¿qué le pasa a la humanidad que ha tenido tres guerras mundiales en un siglo?”.

“Tenemos que alejarnos del patrón normal de La Caperucita Roja: la caperucita era buena y el lobo malo. Aquí no hay buenos y malos metafísicos, de forma abstracta. Está surgiendo algo global, con elementos muy entrelazados”, analizó el papa, quien sin dejar de criticar al presidente ruso Vladimir Putin llamó a “razonar sobre las raíces y los intereses” de este conflicto, “que tal vez fue provocado o no evitado. Y registro el interés por probar y vender armas. Es muy triste, pero al final es lo que está en juego”, concluyó.

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