Desconcierto

Cartas de lectores

Desconcierto

Foto: Archivo Provincial de la Memoria.

Sr. Director:

Estoy sentado, leyendo noticias en Hoy día Córdoba, que me causan incomodidad, desasosiego e incertidumbre.

No son sólo las del mundo que, “en loca algarabía”, parece dirigirse a repetidas situaciones del siglo XX, multiplicadas por miles de bombas de destrucción masiva.

Guerras locales tirando a generalizarse, atentados, miseria, hambrunas, ataques terroristas vengados con genocidios, ahogados por tratar de llegar a un mejor lugar, después de caer de balsas naufragadas y muertos contras las alambradas en las fronteras de países del norte de América.

No son las malas noticias económicas, sociales y, en definitiva, políticas que suceden en este país satánicamente divertido, que nos cobija y nos descobija en un vaivén que dura, por lo menos, tantos como los años que tengo. Y tengo muchos.

Lo que me desorienta, más lo que dije al principio, es que nos están obligando a discutir sobre asuntos que la humanidad ha saldado, que las organizaciones mundiales han reflejado en Derechos Internacionales y que se han incorporado a las legislaciones de los países, incluso el nuestro.

Y no saber si lo hacen por malicia, perversidad, ignorancia, ceguera política, o para distraer, mientras “motosierran y licúan”.

Que si el Estado debe o no existir. Si existiendo debe ocuparse de regular las relaciones entre desiguales, o si eso debe hacerlo el Don Mercado, si los niños deben obligatoriamente ir a escolarizarse o si en caso de necesidad los padres tienen libertad para ponerlos a trabajar, si la educación debe ser un derecho inalienable y el Estado debe preocuparse por que sea para todos, si la investigación de parte del Estado y el impulso al arte y la cultura, es necesaria,  o si todo debe dejarse a los privados, si el comunismo dejó de tener vigencia real hace sesenta años, o rige en todo el mundo, tal como fue alertado en Davos;  y también si la salud debe tener un status ministerial o ser sólo una secretaría que en caso de alguna pandemia recomiende tener  cuidado con el uso de pantalones cortos.

Además, si los Derechos Humanos son parte de las conquistas de la humanidad, y si lo que pasó en Argentina desde el 24 de marzo de 1976, ha sido ya juzgado en los tribunales y por la sociedad, con un rotundo Nunca Más.

Es posible que para muchos, esas cosas no sean motivo de preocupación. Pero a mí, sí me preocupan, qué voy a hacer.

Carlos Peludero

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