Para qué las ciencias sociales

Por Marcelo Casarin, director del Centro de Estudios Avanzados, UNC

Para qué las ciencias sociales

Me cabe la misión de poner las palabras iniciales en este espacio, que tendrá como finalidad dar a conocer las líneas de investigación, producción del conocimiento y reflexión que se desarrollan en el Centro de Estudios Avanzados (CEA), de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Córdoba.

Quienes conformamos esta comunidad creemos que el momento histórico, la coyuntura económica-político-social, hacen especialmente necesaria una forma diálogo entre la academia y la ciudadanía a la que esta comunidad se debe.

Se trata, en definitiva, de una propuesta de comunicación pública de la ciencia.

Nuestra apuesta es por el sostenimiento de la universidad pública, única garantía de formación inclusiva que nos mantendrá en la senda de la movilidad social ascendente, y también dará sustento a un sistema que asegure la soberanía científica.

El Centro de Estudios Avanzados es una institución dedicada a la investigación y a la enseñanza de posgrado, con un perfil interdisciplinario en el campo de las ciencias sociales y humanas. Fue creado durante la gestión del rector Francisco Delich, en el año 1990, como una dependencia de rectorado.

En el año 2015 formó parte del conjunto fundacional de la Facultad de Ciencias Sociales, a la que integra desde ese mismo momento. En la actualidad el CEA aloja 17 carreras de posgrado (doctorados, maestrías y especializaciones); un posdoctorado; y 24 programas de investigación. Cuenta también con una editorial propia: Edicea, y cuatro revistas científicas.

Una pregunta clave que aparece en los tiempos que corren es: ¿para qué las ciencias sociales?

La pregunta puede responderse desde varios puntos de vista.

Uno, acerca de cuál es la utilidad de este campo disciplinar; otro, puede llevarnos a la relación entre inversión y rentabilidad. También las respuestas pueden ser varias: por una parte, son indudables los aportes de las disciplinas que lo conforman al conocimiento de nuestras sociedades, su funcionamiento, sus necesidades y, en gran medida, a las soluciones a los problemas que las acucian: la pobreza, el hambre, la vivienda, la infraestructura, la comunicación, la salud pública, la construcción política y la ciudadanía, las relaciones internacionales, la educación, el cuidado del ambiente y la ecología, son todos asuntos a los que las ciencias sociales hacen aportes decisivos para su esclarecimiento y la búsqueda de posibles respuestas.

En este sentido, incluso desde un punto de vista económico, puede sostenerse el valor y la importancia de invertir en ciencias sociales. Aunque, por lo demás, es claro que esto no debe medirse con criterios economicistas.

Pero hay una franja importante de la que se ocupan las ciencias sociales y cuya rentabilidad es más difusa: son los aportes al conocimiento general, como las culturas, las memorias, los estudios de género y las artes, por ejemplo, que nos permiten reconocernos como sujetos y como comunidades en un contexto histórico, político y social determinado.

Inauguramos este espacio en el que, pretendemos, el público lector de Córdoba encontrará muchas preguntas y algunas respuestas sobre los temas que nos desvelan. Escribirán aquí quienes puedan dar cuenta de lo que se produce al interior de los programas de investigación del CEA: investigadores, docentes, no docentes y estudiantes de nuestra institución. Nos leeremos entonces, periódicamente, en esta columna.

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