En las últimas semanas comenzó a tomar notoriedad la figura de Gustavo Béliz, el ex ministro de Justicia y Seguridad de Néstor Kirchner cuando Alberto Fernández era su jefe de Gabinete, por su acercamiento a los equipos del Frente de Todos y la posibilidad que ocupe un lugar en el próximo organigrama de gobierno, en caso de que la coalición gane las elecciones generales el 27 y acceda a la Casa Rosada.
En ese contexto, ayer fue noticia la disertación que Béliz dio en el Vaticano, adonde participó de un seminario sobre “Dignidad y futuro del trabajo en la era de la Cuarta Revolución Industrial” y su mención al papa Francisco. Lo hizo en la Pontificia Academia de Ciencias Sociales que dirige el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo. Si bien se trató de una actividad académica, fue el escenario propicio para que la prensa argentina le consultara sobre la política del país. “No, no voy a decir nada”, se excusó el ex funcionario de formación jesuita al ser interrogado, luego de que la semana pasada acompañara a Fernández en el lanzamiento del programa contra el hambre.
Béliz, alejado desde hace muchos años de la política argentina, se fue a vivir a Washington luego de su enfrentamiento con el espía Jaime Stiuso (el más poderoso agente de inteligencia de la Side) pero volvió hace un tiempo a Buenos Aires, donde presidió hasta el mes pasado un instituto de integración regional perteneciente al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ya se reunió varias veces con Alberto, quien escuchó sus ideas sobre reforma del Estado, especialmente con la incorporación de elementos de informática y robótica, según revelaron desde el albertismo.
En la espléndida Casina Pío IV, sede de la academia eclesial, y ante la presencia de expositores de renombre, como los economistas Jeffrey Sachs, Stefano Zamagni, su compatriota María Beatriz Nofal, el filósofo Rocco Buttiglione, Béliz advirtió en su discurso sobre la amenaza de un “calentamiento global tecnológico” debido a un uso abusivo de la tecnología. Y planteó la necesidad de repensar y reinventar el concepto del trabajo a través de 10 caras de un poliedro que tiene “luces y sombras”, pero estratégico para el futuro.
En su discurso, citó varias veces la Encíclica Laudato Sí sobre el cuidado de la casa común, del papa Francisco, que en un punto dice que “la libertad humana es capaz de limitar la técnica, orientarla al servicio de otro tipo de progreso más sano, más humano, más social, más integral”. “Puede resultar paradójico hablar de calentamiento global tecnológico cuando el acceso a la tecnología es insuficiente en América latina. Solo el 27% de la población del continente está cubierto con redes 4G, comparado con el 77% de las poblaciones de países occidentales”, dijo Béliz en su ponencia. Subrayó, no obstante, que según un estudio del BID, el 10% de aumento en la penetración de servicios de banda ancha en la región está asociado con un aumento promedio del 3,2% del PBI y un aumento de la productividad del 2,6%.