Dura crítica de Fernández por el sarampión y la falta de vacunas

Dura crítica de Fernández por el sarampión y la falta de vacunas

El presidente electo Alberto Fernández sostuvo hoy que «el ajuste de este gobierno llegó a la inmoralidad de no garantizar la vacunación», al referirse al aumento de los casos de sarampión en el país, y dijo que esta situación hay que «corregirla con urgencia».

«Ya son 61 los casos confirmados de sarampión porque el ajuste de este Gobierno llegó a la inmoralidad de no garantizar la vacunación. Estos son los efectos de cumplir con el programa del FMI a cualquier precio. Debemos corregirlo con urgencia», publicó Fernández en su cuenta de Twitter.

El mandatario electo compartió una nota del diario Clarín, titulada «Alarmante brote del virus: aumentaron a 61 los casos de sarampión en Argentina y refuerzan las recomendaciones de vacunación».

Según indica el artículo, «el mayor número de casos confirmados corresponde a menores de un año» y precisa que «las vacunas correspondientes al primer trimestre del 2020 serán distribuidas en diciembre».

El brote de sarampión es el mayor registrado en el país desde el año 2000, cuando se logró la eliminación de la circulación endémica de la enfermedad, objetivo que fuera certificado años después por la Organización Mundial de la Salud.

Sin pretender despertar alarma en la población, las autoridades sanitarias habían admitido ayer que se están tomando medidas para evitar que la enfermedad se siga propagando y que las vacunas del Calendario Nacional del primer trimestre de 2020 serán distribuidas durante el mes de diciembre de este año, adelantando el cronograma habitual. Las vacunas Triple y la Doble Viral son las que se utilizan para combatir esta enfermedad.

En la jornada de ayer, el Gobierno aceptó formalmente la renuncia de Adolfo Rubinstein como secretario de Salud, luego de que el ex funcionario dejara su cargo molesto por la derogación de la reglamentación del protocolo de Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Por el momento, el Ejecutivo no nombró un reemplazante y la Secretaría de Salud quedó acéfala.

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