La Dirección General de Estadística y Censos de la Provincia reveló ayer que el Índice de Precios al Consumidor de Córdoba (IPC) registró el mes pasado un aumento de 2,22%. En tanto, se aclaró que la inflación interanual desde agosto de 2019 a igual período del año en curso fue de 37,03%, mientras que la acumulada en ocho meses trepó al 16,88%.
De acuerdo a lo explicado por el organismo provincial, el incremento registrado el mes último en el IPC local obedeció principalmente a los aumentos en: 1) Capítulo Alimentos y Bebidas: explicado por los aumentos de carnes, verduras, frutas, bebidas no alcohólicas, y alimentos y bebidas comprados y consumidos en restaurantes o bares; 2) Capítulo Transporte y Comunicaciones: principalmente por incrementos en compra-venta de vehículos, y en combustibles y lubricantes para vehículos del hogar; 3) Capítulo Equipamiento y Mantenimiento del Hogar: a raíz de las subas en muebles y accesorios, artefactos grandes para el hogar y bienes para el hogar no durables (productos de limpieza); y 4) Capítulo Salud: por el incremento en productos farmacéuticos.
La suba más elevada fue del 3,78% en Equipamiento y Mantenimiento del Hogar
Las variaciones mensuales en los capítulos que componen el índice fueron las siguientes: Alimentos y Bebidas 3,40%; Indumentaria y Calzado 2,79%; Propiedades, Combustibles, Agua y Electricidad 0,53%; Equipamiento y Mantenimiento del Hogar 3,78%; Salud 2,32%; Transporte y Comunicaciones 1,47%; Esparcimiento 2,99%; Enseñanza 0,38%; y Bienes y Servicios Varios 1,22%. Por su parte, en relación a la comparación interanual, el detalle de las subas más importantes del IPC-Córdoba fue el siguiente: Transporte y Comunicaciones 31,98%; Propiedades, Combustibles, Agua y Electricidad 21,13%; Equipamiento y Mantenimiento del Hogar 41,81%; Alimentos y Bebidas 41,16%; Bienes y Servicios Varios 49,22%; Salud 39,93%; Indumentaria y Calzados 62,36%; Esparcimiento 48,21%; y Enseñanza 27,38%.
A raíz de la emergencia sanitaria, la Dirección de Estadística y Censos de Córdoba dispuso la suspensión de la recolección presencial de datos. Para garantizar la publicación de los indicadores estadísticos oficiales, protegiendo la salud del personal que cumple dichas tareas, como así también la de la población, se utilizan modalidades alternativas de relevamiento.