El gobierno argentino dio ayer un giro decisivo ante el escenario regional al respaldar el informe presentado por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, sobre la situación de los derechos humanos en Venezuela, aunque volvió a condenar los bloqueos y las sanciones económicas impuestas al país gobernado por Nicolás Maduro, que agreden especialmente al pueblo venezolano”.
La Argentina planteó su postura en la reunión del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de la ONU, que se desarrolló en Ginebra, donde la misión nacional votó a favor de la resolución que condena las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, que extiende además el mandato de la misión de expertos del organismo que investiga crímenes de lesa humanidad por parte del gobierno de Maduro. Asimismo, Argentina instó al gobierno de Maduro a cooperar plenamente con el Consejo de la ONU y con todos sus mecanismos y a implementar íntegramente las recomendaciones hechas por la Alta Comisionada”.
La Cancillería ya había adelantado, antes de la votación, que el propio presidente Alberto Fernández dio instrucciones sobre la posición a fijar por la representación argentina en Ginebra”; mientras que el propio Solá afirmó luego del encuentro que el Gobierno apoya con mucha fuerza el trabajo de Michelle Bachelet, que llevó adelante hace un año dentro de Venezuela y recogió una cantidad de testimonios y acusaciones, y que volvió a hacer, actualizando la información y poniéndose en contacto con las autoridades venezolanas”. Incluso, Solá bregó por la instalación de una misión permanente de la Alta Comisionada en Caracas, para disuadir y controlar” la situación en ese país sobre los derechos humanos.
Desde su entorno además argumentaron que la definición de Argentina no representa un giro en torno a la situación de Venezuela y que tampoco implica un cambio de mirada respecto a la legitimidad del gobierno de Nicolás Maduro”. La postura del Gobierno no se modificó en nada, ratifica la posición histórica de liderazgo que tiene la Argentina respecto a la defensa y vigencia de los derechos humanos en el mundo y el cumplimiento por parte de los gobiernos de las obligaciones internacionales en ese sentido”, señalaron las fuentes.
Críticas desde el propio oficialismo
La posición sentada por Argentina en el Concejo de Derechos Humanos de la ONU generó diferencias internas en el oficialismo, ya que desde el Frente Grande y el Instituto Patria hasta Alicia Castro objetaron la declaración del organismo que cuestiona las violaciones a los derechos humanos en Venezuela. Lo mejor hubiese sido abstenerse en la ONU porque este tipo de declaraciones ponen en peligro una posible invasión en Venezuela que no compartimos”, aseveró por ejemplo Eduardo Sigal, un destacado referente en política exterior del Instituto Patria.
A su vez, la ex embajadora argentina en Venezuela, Alicia Castro, señaló que Argentina votó la Resolución del Grupo de Lima, condenando a Venezuela, con (Jair) Bolsonaro, (Iván) Duque, (Sebastián) Piñera, (Martín) Viscarra, en cuyos países se violan flagrantemente los Derechos Humanos. México votó con Venezuela. Un lamentable giro en nuestra política exterior”, concluyó.