Ñáñez desafió las restricciones y logró una respuesta favorable

Ñáñez desafió las restricciones y logró una respuesta favorable

El sólido vínculo institucional entre el gobierno provincial y la iglesia católica de Córdoba se vio ayer empañado después de que el arzobispo Carlos Ñáñez sorprendiera al anunciar la decisión de no acompañar las nuevas restricciones a la movilidad social que se aplican desde el lunes pasado en seis departamentos cordobeses (incluido Capital) con la intención de contener el avance en los contagios de coronavirus. El argumento principal de monseñor Ñáñez fue que dichas medidas dañan la armonía entre mente, cuerpo y espíritu”.

De todos modos, el ministro de Salud de la Provincia, Diego Cardozo, intentó llevar tranquilidad a la comunidad católica cuando horas más tarde explicó en una conferencia que las actividades de culto están habilitadas. Acá hubo una mala interpretación. Cuando nosotros evaluamos el DNU nacional en lo que hace a la prohibición del culto, se refiere pura y exclusivamente a los actos donde hay una concurrencia abultada de personas”, señaló el funcionario. A continuación, Cardozo aclaró que lo que son las actividades individuales como por ejemplo las confesiones o lo que ya está programado, como un bautismo o casamiento, en realidad son actividades muy limitadas. Está totalmente habilitado. A eso, nosotros lo corroboramos con Nación”.

Como se sabe, Ñáñez difundió en la víspera un comunicado en el que compartió con la feligresía cómo está viviendo la situación derivada de la pandemia que nos aflige a todos”. A lo largo de todo este difícil tiempo, hemos podido constatar que en nuestros templos católicos se han observado y se observan cuidadosamente los protocolos aprobados por la correspondiente autoridad”, valoró el prelado. Al mismo tiempo, en nuestros centros religiosos, sacerdotes, laicos y consagrados han colaborado con la acción estatal en las obras de asistencia alimentaria y sanitaria, observando también los protocolos”, completó la idea.

En el párrafo siguiente, el arzobispo de Córdoba planteó que ante la perspectiva de suspender las celebraciones litúrgicas, he recurrido a las autoridades provinciales manifestando mi malestar y mi propósito de no acompañar esas medidas, que estimo exageradas y que afectan a la salud espiritual de las personas, especialmente en un tiempo de cuarentena prolongada”. Luego, fundamentó su posición destacando: para una salud cuidada, todos los aspectos de nosotros mismos deben estar equilibrados. Mente, cuerpo y espíritu tienen que estar en armonía unos con otros. No podemos centrarnos, solamente, en lo material y descuidar lo espiritual. Así nos lo enseña la buena ciencia, a lo que se agrega la experiencia de la situación que estamos padeciendo desde marzo”.

Cerró el argumento sugiriendo que si observan con prudencia las medidas protocolares se puede atender la imperiosa necesidad espiritual de todos los fieles”. Albergamos la esperanza que nuestra autoridades puedan comprender esta necesidad vital y posibilitar también la atención de la salud espiritual de los ciudadanos”, concluyó el documento que llevó las firmas de Ñáñez y de los obispos auxiliares Pedro Torres y Ricardo Seirutti.

 

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