El gobierno de Italia informó que la empresa que los provee de vacunas, Pfizer-BioNTech, disminuirá por segunda semana consecutiva la cantidad de dosis enviadas a este país. Esta situación, según explicó hoy el comisario especial del Gobierno para la pandemia, Domenico Arcuri, genera demoras en la campaña de vacunación.
Esta semana recibimos un 29% menos de dosis de Pfizer, y nos comunicaron que la semana que viene recibiremos 20% menos», informó Arcuri. Ese 29% se traduce en, aproximadamente, 165.000 vacunas menos de lo previsto, lo que afecta negativamente la campaña de vacunación, que ha sido entre las más eficaces del viejo continente.
«Debido a los retrasos en la entrega de vacunas por parte de Pfizer Italia ha pasado de un promedio de 80.000 personas vacunadas por día, con un pico de 92.000, a un promedio de 28.000 por día», agregó el funcionario en declaraciones a la prensa.
Menos vacunas también implicó que Italia retrase el inicio de la vacunación en personas mayores de 80 años, quienes debían recibir la primera dosis a inicios de febrero y ahora deberán esperar 15 días más, según planteó esta semana el Gobierno.
Debido a estos incumplimientos, el gobierno italiano anunció que iniciará acciones legales contra los laboratorios estadounidense y alemán. El motivo principal es que Pfizer advirtió a Italia que «no solo no entregará las dosis programadas, sino que decidió en forma unilateral y sin previo aviso, que no entregará las dosis de la próxima semana y que además reducirá ligeramente su número», explicó indignado Arcuri, quien exige que se suministren las dosis estipuladas.
Por su parte, Pfizer y su socio BioNTech anunciaron inesperadamente que no estaban en condiciones de entregar la cantidad de dosis concertadas. La compañía atribuye estas reducciones a las obras que se están realizando en una planta de producción en Bélgica, lo que podría retrasar hasta fines de enero o principios de febrero las entregas para Europa, continente que se encuentra en su mayor parte en medio de una de sus peores olas de contagios.
La Unión Europea como mediadora
Ante el enojo de Italia, y de otros países europeos que también se ven afectados por esta situación, el organismo político más importante del Viejo Continente solicitó aclaraciones a Pfizer sobre qué está ocurriendo.
El vocero de la Comisión Europea Eric Marmer dijo a periodistas en Bruselas que la comisión está en contacto permanente con los laboratorios y enterada de los recientes acontecimientos. El ejecutivo explicó que los envíos específicos son arreglados entre cada Estado miembro y las compañías farmacéuticas, incluyendo a Pfizer y su socia alemana BioNTech, mientras que la comisión se encarga de apuntalar la relación entre los dos.
«Por supuesto continuaremos nuestro contacto con BioNTech/Pfizer para asegurar que tengamos siempre la última información y ver cuáles son los siguientes pasos que necesitan darse sobre esta base», agregó. Sus comentarios llegaron horas después de que el Gobierno italiano denunciara esta demora en los envíos de vacunas.
Otros países en la misma situación
Aunque parezca increíble, Italia no es el único país que está sufriendo la falta de vacunas. Por el contrario, México y Canadá también ven reducidas sus dosis, como una consecuencia directa de que Pfizer se comprometió a vender más vacunas que las que puede fabricar.
El subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell Ramírez, informó a principio de esta semana que la primera fase de vacunación del personal médico, que debía llegar el 25 de enero y el 2 y 9 de febrero, se retrasará hasta el 15 de febrero. Además, comunicó que parte de los trabajadores de la salud deberán esperar una semana más para recibir la segunda dosis, por la demora de la farmacéutica Pfizer.
«Hay personal que deberá esperar 28 días para la segunda dosis», indicó el subsecretario mexicano antes de anunciar que la primera fase de vacunación no se concluirá el 31 de enero como estaba previsto. Ante la incertidumbre que generó la noticia, el subsecretario insistió en que la cantidad de vacunas será la misma y aseguró que esta demora no conlleva una disminución en la efectividad de la vacuna ni supone un riesgo epidemiológico para el país.
En el caso del país latinoamericano, Pfizer recortó a la mitad los lotes previstos para este mes, justificándose en la ampliación de su planta de producción.
Por otra parte, la situación en Canadá es más parecida a la italiana en cuanto al malestar que genera el retraso en la entrega. Al respecto, Doug Ford, gobernador de Ontario, la provincia más poblada de Canadá, dijo que no cree en la explicación de la firma Pfizer de por qué pospuso la entrega de vacunas contra el coronavirus y advirtió que hay gente que podría morir si sigue incumpliendo sus compromisos.
El primer ministro expresó también que es inaceptable que otros países estén recibiendo dosis y Canadá no. «Esto recae únicamente en Pfizer por decepcionarnos», dijo Ford, quien habló con el director ejecutivo de la división canadiense de Pfizer el martes pasado. «No creo nada de esa mierda», criticó Ford, mientras el país atraviesa la segunda ola de contagios de coronavirus.
«Basta. Dennos las vacunas. No me importa lo que estén construyendo, pueden ponerme las excusas que quieran, no me lo trago. Hicimos un pedido, tenemos un contrato, cumplan con las obligaciones del contrato porque hay vidas en peligro», exigió el primer ministro de Ontario y remarcó que ya debieron cerrar un centro de vacunación.
Pfizer, por su parte, se negó a responder a los comentarios de Ford, aunque afirmó haber escuchado sus preocupaciones. Reconocemos que se hizo más difícil avanzar sin problemas en la ampliación del programa de inmunización en Ontario y en todo Canadá. Reiteramos que esta es una situación a corto plazo y nuestro foco en cumplir con los compromisos trimestrales», dijo la vocera de Pfizer en Canadá, Keanna Ghazvini, en un comunicado.
Ante la incertidumbre que genera la situación, Canadá apela a la solidaridad de Estados Unidos. Tal es así que Ford expresó un pedido al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, para que comparta algunas de las dosis de Pfizer hechas en sus instalaciones en la cercana Kalamazoo, Michigan. «Agradecemos cualquier apoyo del nuevo presidente, necesitamos su apoyo. Usted tiene millones de dosis a seis horas de distancia. Su aliado número uno en el mundo necesita su ayuda en este momento y necesitamos que usted dé un paso al frente”, arremetió Ford.
Pero el incumplimiento de Pfizer también alcanza más lugares. Por ejemplo, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Lituana, Letonia y Suecia protestaron mediante una carta conjunta, en la que señalaron que la situación era «inaceptable».