Ni chismes tibios

Por Pedro D. Allende

Ni chismes tibios

A la final (diría la recordada Chona), la acción prometida sigue guardada en el cajón.

Mejor usar otra alegoría, Allende”, me sopla un colega, cuando el covid sigue vigoroso y el temor a los contagios es la invocada primera causa de tanta cerrazón en la cúpula del gobierno provincial…” Tras el lavado discurso inaugural que Schiaretti apuró en la Legislatura, febrero avanza y sólo siguen firmes las dos líneas de cuatro con las que resiste el mal tiempo que azota al Panal, empeorado por el escándalo del falso médico que ha prestado servicios en el COE Regional de Río Cuarto.

Los mismos chimentos, matizadas las situaciones o los protagonistas. Ministros que desde hace mucho tiempo no conversan sus asuntos con el Gobernador, estallando en un mar de angustias. Para nombrar un caso, algunos indican que Walter Grahovac (Educación) lleva un año sin reunirse personalmente con su jefe. En tanto, desde su área se impulsan protocolos y se anuncian retornos a la escuela que los equipos directivos de cada institución aún no saben cómo implementar efectivamente.

Paradójicamente, los columnistas políticos son, entre los integrantes del equipo político provincial, una buena fuente” para saber dónde están parados. Periodistas importantes se sorprenden ante ministros o legisladores preguntando si, en su presencia, el núcleo duro del gobierno ha hecho mención sobre su desempeño.

Algunos, en tanto, se vienen subiendo al estante de probables candidatos para las próximas legislativas. Entre ellos, el responsable de la cartera de Gobierno, Facundo Torres (cuyas funciones han sido limitadas a las de un secretario de asuntos municipales), como también Claudia Martínez (ministra de la Mujer), o la vicepresidenta de la Legislatura, Natalia de la Sota.

Siguen sonando rumores de cambios, cuando los importantes problemas a resolver exigen previsibilidad y creación de confianza en roles y personas, sobre todo en Justicia y Seguridad. Los candidatos de siempre operan por llegar o quedarse, según el caso; mientras algunos tapados” tratan de hacer bien los deberes, convencidos de que el Gringo” siempre prefiere a los aplicados: allí ganan puntos figuras como el ministro de Agricultura, Sergio Busso: se han anunciado posibles ocupantes para esa cartera, pero es difícil que ello implique su alejamiento del gabinete dado el buen desempeño del experimentado político del Sur provincial. O la legisladora Julieta Rinaldi, integrante de la influyente Comisión de Jurado de Enjuiciamiento de jueces y magistrados judiciales, de quien se dice que anhela mudarse a un importante despacho en el Palacio de Justicia.

Más que un dolor de cabeza

Pero la agenda de estos días no puede soslayar el caso Nicolás Martín, un joven de 19 años que engañando a propios (su pareja) y extraños (Municipalidad de Río Cuarto y COE regional) realizó guardias, firmó carnets de conducir, expendió recetas, atendió emergencias y quizá, dispuso de fármacos en los hospitales públicos de la segunda ciudad de la provincia.

En Salud cunde la preocupación; se factura a las autoridades del COE -y veladamente a los jerarcas de la cartera- que en vez de afrontar el problema cuando éste habría sido conocido (noviembre o diciembre de 2020), se pretendió disimularlo. Sin haberse tomado medidas enérgicas para establecer responsabilidades y evitar que se reiteren situaciones como la ocurrida en organismos de emergencia integrados por personal de varios ministerios, municipios, etc., donde la urgencia por contar con más efectivos generó la brecha aprovechada por Martín, aventajado émulo de Frank Abagnale Jr. (quien a sus 19 años ya se había hecho pasar por médico, abogado y piloto de aviación, magistralmente interpretado por Leonardo Di Caprio en Atrápame si puedes”).

Los próximos días, donde seguramente se seguirán sumando más denuncias o testimonios de atendidos por el falso médico, mientras avanza la investigación respecto a las responsabilidades institucionales, darán cuenta del agravamiento del drama.

Mientras, se habla de las elecciones nacionales de agosto-octubre, sin saber todavía si se mantendrá el esquema de dos actos o se suprimirán las Paso. Será la evolución de la interna del gobierno nacional la que resuelva ese conflicto, que impactará en Córdoba, donde aún no hay definiciones sobre cómo se formalizará el menú justicialista. ¿Habrá una sola lista? Aún no hay nada seguro”, nos dice una fuente inobjetable, que agrega: los que anticipan precisas, están expresando sus propios deseos”.

El callejón a cruzar será la lista de candidatos a integrar el Senado, donde asoma Alejandra Vigo; pero Carlos Caserio no parece dispuesto a resignar su vocación de intentar un nuevo período. El hombre de Punilla, amigo del Presidente, ha mejorado su posición con la Vicepresidenta durante 2020, y explica a quien quiera escucharlo que la batalla definitiva peronismo / antiperonismo, de perderse en 2023, podría afectar gravemente al Justicialismo, al punto de determinar su dispersión. De lo cual deduce que no hay margen para partidos provinciales” en 2021.

En Córdoba no son pocos los que piensan parecido, aún dentro del schiarettismo. ¿Qué dirección tomará el Panal? Algunos recuerdan la trillada alegoría bíblica del fallecido Carlos Menem, el político nacional (junto a Julio A. Roca) que más ha influido en la política cordobesa en sus 200 años de historia: A los tibios los vomita Dios”.

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