Tras las recientes condenas en la causa por lavado de dinero, Leandro Báez, hijo del empresario Lázaro Báez, hizo una seguidilla de declaraciones esta semana en la prensa porteña, en lo que podría ser el inicio de una inminente ruptura del pacto de silencio entre los progenitores de Báez que, hasta ahora, no habían ido contra su padre y sus presuntos protectores políticos. Para el menor de los hijos varones de Báez la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner debe estar preocupada” por la dirección que está tomando la justicia en las investigaciones de corrupción.
Si Lázaro es emblema de la corrupción, no puede haber corrupción sin funcionarios y se dijo que el delito precedente era la obra pública”, aseguró esta semana el joven de 30 años. Entonces, creo que Cristina está preocupada por eso y sobre todo porque (su hija) Florencia no tiene fueros como (su hijo, el diputado) Máximo, por eso ahora salieron a defender a Lázaro”, sostuvo Leandro en un diálogo con el diario Clarín.
El miércoles de la semana pasada Leandro fue condenado a 5 años de prisión en el juicio por lavado de dinero por el Tribunal Oral Federal 4, que condenó además a su padre a 12 años prisión por lavado de activos agravado” por más de 55 millones de dólares entre 2003 y 2015, maniobras éstas que se realizaban a través de la financiera SGI, conocida como La Rosadita”. El tribunal también halló culpables a Martín Báez, condenado a 9 años de prisión, y a Luciana y Melina Báez, hijas del empresario, condenadas a 3 años de prisión en suspenso, entre otras condenas.
Todo indica que, con el respaldo de su amigo Néstor Kirchner, Báez pasó de ser un empleado bancario a convertirse en un contratista estatal multimillonario y a ser dueño de un patrimonio que incluía propiedades, autos, aviones y dinero depositado en bancos de diversos lugares del mundo. En sus dichos al matutino, Leandro ratificó la relación de amistad y comercial de su padre con el fallecido ex presidente: Su amigo lo ayudó, claro que lo ayudó, en el sentido que le dijo que se anime con la empresa y que la prepare para los contratos que se iban a volcar en la provincia”, le confesó a Clarín. Sin embargo, acto seguido aclaró que todos sus bienes estaban declarados”, por lo que no ve ningún delito.
La condena para la familia santacruceña tuvo impacto político ya que roza a la familia Kirchner. Si bien ni CFK ni sus hijos estaban involucrados en esta causa, la sospecha en la justicia es que el dinero que lavaba Báez era fruto de la corrupción durante los gobiernos kirchneristas. Los fundamentos de las sentencias se conocerán entre abril y mayo, en tanto, trascendió que dos de los tres jueces del Tribunal identificaron la adjudicación irregular de obras públicas como delito precedente al de lavado. Por ese delito está siendo juzgada la vicepresidenta en una causa conocida como Vialidad.