La jueza Elena Highton de Nolasco sorprendió ayer a propios y extraños al anunciar formalmente su renuncia al cargo en la Corte Suprema de Justicia a través de una carta dirigida al presidente Alberto Fernández, con lo que el máximo tribunal del país quedará con cuatro miembros y ninguna mujer.
Tengo el agrado de dirigirme al Señor Presidente de la República con el objeto de presentar mi renuncia al cargo de jueza de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con efectos a partir del 1 de noviembre del corriente año”, señala la misiva fechada el 30 de septiembre pero difundida ayer por el Centro de Información Judicial (CIJ).
Sin mencionar los motivos, la jueza de 78 años concluye así un período de 17 años como miembro del máximo tribunal del país, que incluso superó los límites establecidos por la ley: gracias a un amparo, la jueza consiguió extender el límite de 75 años fijado en la reforma constitucional de 1994 para ser parte de la Corte Suprema.
Por eso sorprendió tanto la decisión de Highton, cuya renuncia -tras el fallecimiento de Carmen Argibay en 2014- dejará nuevamente a la Corte sin mujeres entre sus miembros. Las primeras especulaciones relacionaron la decisión con la designación, el pasado 23 de septiembre, de Horacio Rosatti como nuevo titular del tribunal, luego de haber sido propuesto por Juan Carlos Maqueda y apoyado por el anterior titular, Carlos Rosenkrantz, que quedó como vicepresidente, cargo que ostentaba Highton de Nolasco.
Tanto Lorenzetti como la misma Highton no participaron del encuentro y, días después, Lorenzetti dijo en una misiva que la designación violó la tradición de la Corte en la materia y las reglas de la cortesía”. La jueza saliente era la única que mantenía una buena relación con el Gobierno de Fernández, al punto que fue la única representante de la Corte que estuvo en la presentación de la reforma judicial que el Ejecutivo anunció el año pasado.
Como sea, su salida dejará al máximo tribunal en una situación virtual de pato rengo, donde se podrán dar casos de empate en los votos de sus integrantes, hasta tanto el Poder Ejecutivo proponga nuevos miembros y alguno de ellos supere el trámite que exige la Constitución.
El dilema que enfrenta el Ejecutivo
La renuncia de Elena Highton a la Corte Suprema de Justicia deja una vacante en el máximo tribunal que deberá ser llenada por un juez o jueza elegidos por el presidente Alberto Fernández con acuerdo del Senado, lo que plantea un nuevo dilema al gobierno nacional.
Ocurre que, para efectivizar la designación, la Constitución Nacional establece -en su artículo 99 inciso 4-, que el Presidente de la Nación nombra los magistrados de la Corte Suprema con acuerdo del Senado por dos tercios de sus miembros presentes, en sesión pública, convocada al efecto”.
Actualmente, el oficialismo no cuenta con esa mayoría especial en la cámara alta, algo que además podría agravarse tras las elecciones legislativas de noviembre (si se repiten los resultados de las primarias). De esta forma, Fernández tendrá que buscar a un candidato o candidata para el cargo que cuente con el consenso del arco opositor, en plena campaña electoral.