Los gremios que integran la CGT Regional Córdoba salieron ayer a plantear un enfático rechazo hacia la decisión de la conducción de la central nacional de disponer la intervención a nivel local, con el objetivo de intentar desplazar a su secretario general, José Pihen, y designar en su reemplazo a una comisión normalizadora de tres integrantes, pertenecientes a organizaciones confederadas.
Por tal motivo, desde la central cordobesa repudiaron la mencionada determinación, a la vez que convocaron a un plenario extraordinario para el próximo lunes a partir de las 17 horas con el objetivo de definir los pasos a seguir. “Esta insólita decisión empuja a la división y al debilitamiento del movimiento obrero de Córdoba en el momento político en que se hace más necesaria la unidad”, expresó ayer la CGT cordobesa en un comunicado firmado por Pihen.
Cabe recordar que en un escrito sellado por los secretarios generales, Héctor Daer, Pablo Moyano y Carlos Acuña, la CGT nacional explicó en la víspera que la intervención fue adoptada tras fracasar los intentos de unidad dentro de esta jurisdicción.
“Luego de numerosas reuniones entre los referentes de los distintos gremios, no se alcanzó un acuerdo para integrar una lista de unidad, hecho este que obliga a quien tiene la responsabilidad de encausar la normalización de las delegaciones regionales, a no resignar esfuerzos en búsqueda de zanjar las hipotéticas disconformidades imperantes”, justificaron desde la organización nacional, que ya facultó al dirigente de la UOM, Horacio Otero, a nombrar una comisión normalizadora.
Ante este panorama, el sector liderado por Pihen, que renovó su mandato al frente de la CGT Córdoba en 2019 y cuenta con el aval de más de 72 entidades sindicales, de las cuales más de 50 tienen representación nacional, se mostró decidido a resistir la medida nacional, avalada por el sector opositor encabezado por Rubén Urbano (UOM) y Pablo Chacón (Agec – Comercio), que nuclea a cerca de 20 gremios y posee cercanía con Otero, delegado normalizador.
Cuestionamientos de Bustos y Ferro
Sobre el particular, la integrante de la central obrera cordobesa, Ilda Bustos, aseguró que detrás de la intervención “hay una intencionalidad política para invisibilizar los numerosos reclamos y acciones que hizo esta CGT” y agregó “no se entiende cómo se puede desconocer un proceso de unidad que se alcanzó en esta conducción”.
A su turno, la Asociación Bancaria seccional Córdoba, por medio de un comunicado firmado por su titular, Raúl Ferro, afirmó que la medida “es un intento golpista” impulsado “al mejor estilo de la nefasta dictadura militar por dirigentes porteños centralistas que jamás pisan las calles del interior de nuestra República Argentina”.
“No podemos permitir que quienes avalaron y trabajaron con el modelo neoliberal de Macri, y que fueron serviles al ex ministro Jorge Triaca, ambos artífices de un desastre económico e industricidio en nuestro país, hoy quieran dar lecciones de moral y democracia”, apuntó Ferro en el escrito.