El quiebre del bloque de diputados de la UCR abrió un horizonte pleno de incertidumbre para el centenario partido, donde no se descartan nuevas bajas a causa del acercamiento de su presidente, el cordobés Rodrigo De Loredo, al Ejecutivo Nacional.
El nuevo bloque radical apodado “Democracia para Siempre” se reunirá para definir su posicionamiento en los próximos días, aunque sus fuentes ya anticipan que priorizarán “votar en unidad” y mostrar “un perfil opositor” al gobierno nacional.
“No tenemos prejuicios, no hay una mancha venenosa con el bloque de Unión por la Patria. La mancha estaba en el bloque radical, porque la gente no insultaba a Mariano Campero (el diputado tucumano que asistió al asado de los ‘héroes’ con Milei), sino que decía que todos los radicales éramos unos chantas. Si nos quieren correr acusándonos de kirchneristas, que lo hagan. Sabemos que no lo somos y que nuestro posicionamiento será ley por ley”, anticipan sus voceros.
Pero bajo el mando de De Loredo quedó aún un grupo de diputados “incómodos”, entre ellos Julio Cobos, Karina Banfi, Mario Barletta, Fabio Quetglas y Martín Tetaz. Incómodos “con los cinco radicales con peluca y la relación entre los bloques y el partido. Y también con la figura de Rodrigo”, respondieron desde el sector, que puntualizaron que “se tiene que ir Mariano Campero, no Barletta”.
Lo cierto es que no se descartan nuevos desprendimientos de la bancada conducida por De Loredo, que ayer salió a justificar sus vínculos con el gobierno de Milei con el confuso argumento de que “nosotros somos oficialistas del cambio, no de un Gobierno”.