El Ministerio de Salud de Córdoba registró los dos primeros casos autóctonos de dengue de la temporada 2024-2025, lo que generó una fuerte alarma entre las autoridades sanitarias. Ambas afectadas, de 22 y 24 años, residían en Córdoba Capital sin antecedentes de viaje, lo que indica que el virus ya es endémico.
Como parte de las medidas de bloqueo de foco, el Ministerio de Salud de Córdoba fumigó y retiró todos los recipientes que acumulaban agua en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Córdoba, donde concurrieron a tomar clases las dos jóvenes estudiantes que se convirtieron en los primeros casos confirmados. El director del Laboratorio de Arbovirus, Adrián Díaz, calificó la situación como “una mala noticia”, subrayando que “el dengue ya está instalado en la ciudad”
Díaz explicó que era esperable la aparición de casos, considerando la magnitud del brote del año anterior. Alertó también sobre la capacidad de reproducción del mosquito Aedes aegypti, afirmando que “una hembra puede dejar 200 huevos”. En respuesta a los casos, los equipos del departamento de Zoonosis realizaron acciones de control para detectar y eliminar criaderos en la zona, así como identificar nuevos casos.
Eugenia Vittori, directora de Epidemiología de la Provincia, resaltó que la detección temprana de estos casos se relacionó con un aumento en la alerta del sistema de salud local. Además, la provincia utilizó ovitrampas, donde se detectaron huevos infectados desde el 27 de septiembre.
Dentro de las medidas preventivas, el Ministerio de Ambiente y Economía Circular retiró más de 32 toneladas de neumáticos en diversas localidades para impedir la reproducción del mosquito. Victoria Flores, ministra de Ambiente, destacó que estas acciones son clave y forman parte de una estrategia más amplia.
Ciencia ciudadana como repelente de mosquitos
Una investigación de la UNC y el Conicet resaltó el impacto positivo de la ciencia ciudadana en la prevención del dengue en Córdoba. El estudio, titulado “Empoderando a las comunidades a través de la ciencia ciudadana: prevención del dengue en Córdoba”, fue coordinado por Elizabet Estallo y demostró que involucrar a estudiantes en proyectos educativos mejoró la comprensión comunitaria sobre el dengue y fomentó prácticas preventivas efectivas.
Estallo comentó que “involucrar a estudiantes como protagonistas activos dentro de sus comunidades no solo mejoró su comprensión del dengue, sino que también impulsó la adopción de buenas prácticas”. El estudio aplicó un modelo de ciencia ciudadana contributiva, donde se reclutó a estudiantes de último año de secundaria como “científicas y científicos ciudadanos”.
Los datos arrojaron que gracias a su intervención, el 65% de las familias vigilaron de manera más rigurosa los posibles criaderos de mosquitos en sus hogares. El proyecto incluyó encuestas sobre conocimiento del dengue, donde el 90% de los encuestados no conoció la existencia de casos en sus vecindarios y menos del 15% identificó al Aedes aegypti como el principal vector. Esta iniciativa se presentó como una herramienta prometedora para generar conciencia y cambiar comportamientos en la comunidad.