Pablo Gigy: «Quien termina un curso de programación no está listo para empezar a trabajar al día siguiente”

El presidente del Córdoba Cluster analizó el panorama presente y futuro de la industria del software local. Destacó los desafíos y las fortalezas del sector en el marco del cambio de administración del Gobierno nacional

Pablo Gigy: "Quien termina un curso de programación no está listo para empezar a trabajar al día siguiente”

“Si no hay noticias, son buenas noticias”, dicen los empresarios locales del software al no verse incluidos de forma directa en ninguna de las modificaciones que impulsa el Ejecutivo nacional. Es que el sector, que por momentos parece de otro planeta o, al menos, de otro país, camina solo: sostiene un crecimiento anual estable, su producción representa alrededor del 7% del PBI nacional, cuenta con un 90% de formalidad en el rubro y salarios altos. Sus problemas pasan por la búsqueda de personal capacitado.

Sobre cómo impactarán las medidas del Gobierno nacional en el sector, Pablo Gigy, presidente del Córdoba Cluster, que nuclea a las empresas del sector, dijo a HOY DÍA CÓRDOBA: “‘No news, good news’ en esto, porque que no estemos como sector específico dentro de las medidas no deja de ser una buena noticia”. “Y eso no hay que decirlo en voz alta para que no se den cuenta y aparezcan con alguna novedad”, bromeó, el titular de la empresa de software Macena, alcanzada por el Régimen de Promoción de la Economía del Conocimiento (ley 27.506), reconocido como un “gran traccionador de la actividad”.

“Las medidas que son más criticadas por el sector productivo, al nuestro no le pegaron. Por eso, la verdad es que, en ese sentido, no afectó tanto y la evaluación no fue tan crítica”, sostuvo Gigy, en relación a una charla virtual que mantuvo con otros empresarios de software de Córdoba.

Una de las razones por las que el Gobierno nacional no se dispuso a modificar el régimen que regula al sector, probablemente tiene que ver con la dificultad de controlar a la actividad y el ingreso de divisas que representa. El software, a diferencia de otras industrias que para exportar deben pasar por la Aduana, elabora un producto intangible que se puede desarrollar desde otros países sin mayores dificultades. Por ello, sería una mala idea, por ejemplo, fijar retenciones de exportaciones a esta industria, ya que las empresas optarían por operar desde otros países y así se perderían divisas y se buscaría mano de obra en el extranjero.

Dicho esto, el DNU sí generó barullo en el sector del software cordobés que emplea, con un 90% de formalidad, a más de 18.000 trabajadores a nivel provincial y a unos 140.000 a nivel nacional, según indicó Gigy. “Salieron con lo del Impuesto a las Ganancias y es peor de lo que creíamos que iba a ser”, dijo. “Se habían pactado sueldos ya considerando esa quita de retenciones a la cuarta categoría y bueno, ahora es barajar de nuevo porque cambian las condiciones para la gente, le tenés que retener, le llega menos plata al bolsillo y obviamente que todo esto genera complicaciones”, contó el empresario.

Al respecto, cabe destacar que el sector no cuenta un convenio colectivo ni paritarias y define los salarios para sus trabajadores sin intermediación sindical, excepto en Buenos Aires, donde hay un incipiente gremio. Esto tiene que ver con la escasa mano de obra calificada y la necesidad de los empresarios de retener a sus trabajadores en las empresas, además del relativamente reciente del boom de la industria a nivel local.

Por otra parte, Gigy evaluó positivamente las reformas laborales y consideró que desde cualquier sector empresarial “se ven muy bien, porque esto va a incentivar la contratación en blanco de la gente”. No obstante, aclaró que a la industria del software esta medida no le afecta de forma significativa, ya que cuentan con el régimen de promoción que, entre otras cosas, les ofrece a los empresarios un bono mensual por el pago de aportes y contribuciones de cargas sociales de los empleados, lo cual “es un incentivo a contratar y a tener la gente en blanco”.

Nadie que termine un curso “está listo para incorporarse a trabajar en una empresa”

“El sector nuestro tiene una característica y es que hace mucho tiempo la demanda de gente supera ampliamente la oferta disponible”, sostuvo el presidente del Cluster. Esta relación representa un “cuello de botella” para el crecimiento de la actividad, en un contexto profundamente favorable, marcado por la devaluación del peso argentino, que hace competitivo al rubro a escala mundial, y los beneficios impositivos antes mencionados, entre otras variables.

“Es una actividad absolutamente dependiente de los recursos humanos. Para crecer necesitas más gente”, remarcó Gigy. Asimismo, el empresario calificó como “muy buena” la existencia de la vasta oferta de cursos de programación y afines, “porque le da visibilidad a la actividad”.

No obstante, advirtió sobre el problema de creer que luego de cursar programación durante unos meses se puede llegar a obtener un salario de US$ 1.000. “Eso es un error, porque genera mucha frustración y no es verdad. Ni en tres ni en seis meses se aprende a programar para incorporarse a trabajar en una empresa. En general, esos programas que son solo un curso de capacitación, sirven quizás para incentivar vocaciones y todo suma y bienvenido sea, pero quienes terminan esas capacitaciones no están listos para empezar a trabajar el día siguiente”.

No obstante, Gigy contrastó: “El único programa que en ese sentido ha dado un excelente resultado, vamos por la quinta edición, con 86% de empleabilidad de los participantes, fue el programa “PIL: nuevas tecnologías” que se hizo acá en Córdoba”. Según el empresario, esta iniciativa público-privada “está pensada con una articulación dentro de los equipos de trabajo de las empresas que ayudan más allá del curso estandarizado que toman todos los participantes”. “Pasan horas de todo ese trayecto formativo dentro de las empresas, que hace que la empresa ponga un tutor, los vaya siguiendo, vaya haciendo que profundicen en las herramientas y las tecnologías que cada empresa efectivamente necesita y utiliza. Entonces, ahí sí es totalmente distinto el resultado al final del año que dura ese programa PIL”.

Qué le depara a la industria en 2024

Si bien desde Gigy considera que es “difícil hacer pronósticos en Argentina”, considera que “hay condiciones para seguir creciendo”. La reaparición de los capitales de riesgo, inhibidos durante el año pasado por la suba de las tasas de interés en Estados Unidos augura un buen futuro inmediato para el sector. “Me parece que eso se va a reactivar, todos los análisis y protecciones hablan de eso, así que creo que están las condiciones para que sea un buen año”, sostuvo el presidente del cluster.

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