Varias familias pierden hoy sus hogares por estafas inmobiliarias en Villa Rivera Indarte

Alrededor de veinte familias fueron desalojadas este viernes tras ser estafadas al comprar terrenos ilegalmente vendidos en una situación judicial sin solución.

Varias familias pierden hoy sus hogares por estafas inmobiliarias en Villa Rivera Indarte

Cortesía de Fredy Bustos (El Doce)

Un grupo de aproximadamente 20 familias se encuentra en proceso de ser desalojado durante la mañana de este viernes. Este desalojo se debe a la confirmación de que los terrenos que estas familias adquirieron de buena fe con el propósito de construir sus hogares fueron vendidos de manera ilegal por dos individuos que finalmente fueron arrestados.

A pesar de que aquellos que edificaron sus viviendas en estos terrenos fueron víctimas de una estafa, la jueza Patricia Asrin decidió llevar a cabo la orden de desalojo que había sido pospuesta previamente el miércoles debido a razones climáticas.

El caso fue hecho público por el medio Canal 10 cuando, aproximadamente hace un año, estas personas fueron informadas de que los lotes que habían adquirido tenían propietarios legítimos.

Estas familias habían comprado los terrenos a Juan Carlos Ordóñez, pagando entre uno y tres millones de pesos por ellos, entre los años 2013 y 2022. Utilizando todos sus ahorros, incluyendo dos casos que se valieron del programa nacional Procrear, construyeron sus hogares y ahora se enfrentan a la pérdida de sus propiedades.

Un total de 30 individuos, entre ellos 15 niños, se encuentran siendo desalojados por las autoridades judiciales de Córdoba, a pesar de ser perjudicados por la situación.

Los habitantes de este lugar recurrieron a los medios de comunicación para mostrar su angustia y buscar intervención por parte de las autoridades judiciales, provinciales o municipales para detener el desalojo. Sin embargo, según lo informado a Canal 10, no recibieron ninguna solución a su problema.

El terreno donde se está llevando a cabo el desalojo abarca aproximadamente 9.000 metros cuadrados y es propiedad de la familia Quicharizcas. El responsable del lugar era Ordoñez, quien aparentemente había obtenido la posesión de algunos lotes a través de un acuerdo con los legítimos dueños.

Aprovechando esto, el cuidador vendió los terrenos y un individuo identificado como Luis Vanni se presentó como arquitecto para llevar a cabo la construcción de las viviendas. Ambos fueron arrestados, aunque posteriormente fueron puestos en libertad.

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