La tragedia golpeó a los Alpes suizos luego de que equipos de rescate hallaran los cuerpos sin vida de cinco esquiadores en el glaciar Adler, una región montañosa cercana al prestigioso complejo turístico de Zermatt, en el cantón de Valais.
El hallazgo se produjo tras la alerta de un grupo de alpinistas que, mientras ascendían el Rimpfischhorn, una cima de 4.199 metros de altura, notaron varios pares de esquís abandonados en las cercanías de la cumbre. Este hecho encendió las alarmas y movilizó de inmediato a los servicios de emergencia suizos.
Gracias a un operativo coordinado entre fuerzas terrestres y aéreas, se logró localizar los cuerpos entre restos de una avalancha, dispersos en distintos niveles de altitud. Tres de ellos estaban juntos en un mismo sector, mientras que los otros dos fueron hallados más arriba, en una estrecha franja de nieve.
Según informó la organización de rescate Air Zermatt, también se recuperó un quinto par de esquís, lo que confirmó que las víctimas formaban parte de un mismo grupo. Por el momento, las autoridades no han difundido las identidades de los fallecidos.
La zona en la que se produjo el accidente, situada muy cerca de la frontera con Italia, es conocida por su belleza natural, pero también por sus condiciones extremas, donde los riesgos de avalanchas son frecuentes durante ciertas épocas del año.
La policía del cantón de Valais ya abrió una investigación para determinar las circunstancias que provocaron el fatal desenlace. Se intentará establecer si se trató de un error humano, un fenómeno meteorológico repentino o una falla técnica durante la travesía.
Esta nueva tragedia vuelve a poner el foco en los peligros que conllevan los deportes de alta montaña, incluso en regiones altamente desarrolladas y con protocolos de seguridad sofisticados como los Alpes suizos.