La madre de Blas tomó la «penúltima palabra» y pidió humanidad a la Policía de Córdoba

La sentencia por el homicidio del joven ocurrido en agosto de 2020 se conocerá el próximo viernes 31 de marzo

La madre de Blas tomó la "penúltima palabra" y pidió humanidad a la Policía de Córdoba

Soledad Laciar, la madre de Valentino Blas Correas, hizo uso de la palabra en la penúltima sesión por el juicio en que se están juzgando a 13 miembros de la Policía de Córdoba y demandó un “gesto de humanidad” a los uniformados. Además, pidió que depusieran el silencio corporativo que sostienen ya que “la misma Policía de Córdoba que les enseñó estas perversas prácticas, que informalmente los educó para matar, para fusilar y tirar un “tango”, un arma ilegal, esa misma Policía y casi todos sus ex compañeros, hace rato se han olvidado de ustedes para siempre y los ha desechado por completo”, sostuvo Laciar.

Durante su alocución, Laciar agradeció a los cordobeses que, aunque sea silenciosamente, le brindaron su apoyo incondicional y le permitieron a ella y a su familia atravesar el “camino de padecimiento tan indescriptible que significó la irreparable pérdida de Valentino Blas”. También aprovechó para agradecer a los medios locales y nacionales por la difusión.

En otro momento, sorprendió a todos cuando pidió al tribunal que reduzca la pena de Wanda Esquivel, porque a pesar de que le causaba un profundo malestar cómo había actuado Esquivel, ella fue quien plantó el arma, gracias a ella y a su confesión se logró conocer más en profundidad como habían procedido los integrantes de la fuerza. “Esquivel puso en evidencia y desnudó el perverso mecanismo diseñado para matar y mentir, que tanto se niega pero que aparece reiteradamente, una y otra vez, en el accionar de la Policía de la Provincia de Córdoba”, dijo Laciar.

Finalmente, la madre de Blas Correas cerró pidiendo “para que nunca más alguien les tenga que volver a pedir a los jueces de esta provincia una sentencia justa, movido por el tremendo dolor que genera la espantosa pérdida de un ser querido asesinado con armas, balas y acciones policiales, empuñadas y realizadas por personas que fueron entrenadas por el Estado cordobés, supuestamente para cuidarnos, y no para mentir, ocultar y asesinar».

Salir de la versión móvil