Niegan la libertad asistida a un preso trans por mala conducta

El TSJ rechazó el planteo por mayoría, ya que el interno contaba con 38 sanciones

Niegan la libertad asistida a un preso trans por mala conducta

Por mayoría, la Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Córdoba, rechazó el planteo del defensor Público, Pablo Pupich, quien reclamó el beneficio de la libertad asistida para un interno trans condenado por robo calificado y que contaba con numerosas sanciones disciplinarias dentro de la cárcel. En disidencia votó la vocal Aída Tarditti, que llamó a analizar la situación con perspectiva de género.

Los vocales Sebastián López Peña y María Marta Cáceres de Bolatti priorizaron en su voto la mala conducta del interno, es decir, su “inestabilidad conductual”. En tal sentido, detallaron que el penado registra 19 correcciones disciplinarias leves, siete de carácter medio y 12 graves durante su trayecto intramuros.

Además, subrayaron que la mala conducta que tuvo el detenido en todos los establecimientos penitenciarios por los que transitó, “siendo el motivo de uno de los traslados efectuados, justamente, los problemas evidenciados en el acatamiento de la normativa institucional”. Pese a todo, los vocales recomendaron al Servicio Penitenciario y al juzgado de Ejecución interviniente que “se arbitren las medidas de acción positivas tendientes a la protección de los derechos humanos del interno por su condición trans”.

Por su parte, Tarditti pidió entender la conducta desplegada por el interno bajo perspectiva de género. Al respecto, la magistrada remarcó que el examen de la inestabilidad conductual formulado por el juzgado de Ejecución omitió ponderar su “transición a una identidad masculina en el contexto de encierro carcelario. Espacio que suele ser hostil para realizar la transición de identidad de género”.

La magistrada subrayó que el TSJ ha sostenido en otro precedente que “la diversidad sexual debe ser considerada durante la ejecución para evitar que se agraven indebidamente las condiciones de cumplimiento por discriminación de pares o por violencia institucional”. Para Tarditti, la incorporación de “un enfoque de género” le habría permitido al tribunal “no asignarles a las faltas disciplinarias” una “decisividad” como para realizar un “pronóstico desfavorable” a su “resocialización”.

Además, la vocal precisó que del informe pericial se desprende que el interno ha logrado adquirir recursos adaptativos y presenta tolerancia a la frustración, controla sus impulsos y tiene capacidad para sostener la autodisciplina.

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