Un remisero que circulaba con un Ford Focus por la Ruta 21 y Barrientos, en la localidad bonaerense de González Catán sufrió graves quemaduras, luego de que explotara el tubo de GNC del auto.
Tras la sorprendente explosión y principio de incendio, Fernando Vinjoy logró salir de la unidad y fue asistido por otros automovilistas. En una primera instancia lo trasladaron al Hospital Equiza de dicha localidad bonaerense para las primeras curaciones, y luego fue derivado al Hospital Favaloro, de Rafael Castillo.
La víctima, de 45 años, contó que el siniestro ocurrió el jueves 24 de febrero cerca de las 9.45, en los minutos previos había asistido a un taller mecánico de la zona para efectuar la prueba hidráulica obligatoria del tubo de GNC, y que en el lugar le proporcionaron un tubo «provisorio», algo que es ilegal, para que pudiera seguir circulando.
“A diez minutos de que me entregaron el auto, con el tubo provisorio, pasó esto. El trabajo me salió $ 5.500. Ese día llovía. Paré en un semáforo, apreté el botón del desempañador y ahí es cuando dentro del vehículo se me empieza a hacer una bola de fuego. Después de la explosión, salgo del auto, me tiro al piso, ya que sentía que estaba prendido fuego”.
“Sufrí quemaduras de primer grado y de entre segundo y tercer grado en el brazo derecho. Corrí riesgo de perder ese brazo. Me quemé los dos brazos, sobre todo el derecho, la cara, la parte de atrás del cuello y el pelo”, indicó.
Según manifestó Fernando, el vehículo quedó “completamente destruido”. Además, adelantó que, luego de que le den el alta, realizará la denuncia formal ya que el dueño del taller no se quiere hacer cargo: “Mi exmujer, que es titular del vehículo, se acercó al taller y el dueño no se quiere hacer responsable de nada. Es una persona que conozco hace más de 20 años y ni siquiera se acercó al hospital a ver si yo estaba bien. Puse un abogado y cuando salga del hospital tendré que hacer la denuncia en la comisaría”, manifestó.