Mientras el oficialismo vive una fuerte interna por el acuerdo con el FMI para financiar la deuda tomada por Cambiemos, los líderes de Juntos por el Cambio (JxC) ya piensan en 2023 con la sensación de que salieron fortalecidos de su trance más complejo: el debate sobre la deuda en el Congreso.
Ahora, los “popes de JxC apuestan a tomar distancia de las medidas que adoptará el Gobierno para cumplir con las metas pactadas con el Fondo y, a su vez, mostrarse como una alternativa de gobierno para 2023”, informó ayer La Nación.
Con esa premisa, la alianza acelera la discusión para consensuar un programa económico pese a las divisiones internas que la surcan. Según la versión difundida por el PRO, los empresarios ya les demandan “equipos y un programa consistente” para 2023.
Los economistas más influyentes de JxC –desde Hernán Lacunza (PRO) y Luciano Laspina (PRO) hasta los radicales Martín Lousteau y Eduardo Levy Yeyati o el liberal López Murphy-, coinciden en que el país enfrenta un panorama complejo y que no se pueden anticipar al panorama que habrá en 2023.
Sin embargo, concuerdan en que el desafío será consensuar puntos básicos en torno a un programa de gobierno que ya empiezan a bosquejar.