El Gobierno aspira a aprobar la primera revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a mediados de mayo, más allá de la coyuntura que impone la inflación, que alterará los supuestos del programa aprobado hace un mes y que refinanció los US$ 45.000 millones heredados de la gestión de Mauricio Macri.
Aunque por el momento no se espera una visita de funcionarios del FMI, desde el equipo económico que conduce Martín Guzmán descuentan que a mediados de mayo ingresarán unos US$ 4.150 millones a las arcas de las reservas, que servirán para cancelar los vencimientos de la deuda con el organismo por US$ 3.800 millones previstos para junio próximo, y el resto para seguir acumulando divisas y cumplir con las metas del programa.
Tanto desde el Gobierno como desde el FMI mostraron sintonía con las expectativas de la marcha del acuerdo y con el combate a la inflación, a la vez que demostraron tener un diálogo fluido.
Fuentes del organismo multilateral reconocieron a Télam que el trabajo para completar la primera revisión ya comenzó, especialmente durante las Reuniones de Primavera del FMI.
«Continuamos trabajando virtualmente, incluyendo las discusiones sobre la primera revisión, y por ahora no hay planes para realizar reuniones en persona», precisó la fuente consultada.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó en distintos foros empresarios, tanto en San Carlos de Bariloche como en Neuquén, que «la primera revisión se va a enfocar en la dinámica del primer trimestre del año, y esas metas en la parte fiscal, en la parte externa y monetaria han sido alcanzadas», dijo, sobre el rápido desembolso de los fondos previstos en el programa.
Se apunta a que la revisión en cuestión se completaría durante la segunda semana de mayo, y posteriormente, se gatillaría el desembolso de los US$ 4.150 millones.
Las metas no se cambian
Guzmán, a su vez, reafirmó que las metas del acuerdo de la Argentina «no se van a cambiar», aunque sí reconoció que «hay cuestiones que se van adaptando que son las proyecciones, en un contexto internacional que es de incertidumbre para todo el mundo, y que ha convertido a la inflación en el principal problema a nivel internacional».
Las estimaciones de inflación prevista en la Carta de Intención, que indicaban que el nivel de precios no superaría el 50% durante 2022; la realidad, según la inflación acumulada del año (16,1%), los números de marzo (6,7%) y la expectativa de los privados para abril (un piso de 5%), permite proyectar que el nivel de precios superaría dicha marca.
Para bajar la inflación «es necesario tener una política macroeconómica consistente con las restricciones que enfrenta el país. No sólo tenerla; construir la expectativa de que esa política macroeconómica continúa en el tiempo», agregó Guzmán.
En tanto, desde el Fondo coincidieron con el Gobierno en que «los supuestos podrían cambiar debido al nuevo marco macro, que proviene de la economía global, nuevos shocks», dijo Ilan Goldfajn, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
Sin embargo, «los objetivos son fiscales, de reservas y estructurales y esos no cambiarán porque tenemos objetivos formales y lo que debemos hacer es ayudar a las autoridades a priorizar las medidas para cumplir con estos objetivos», sostuvo Goldfajn, en la misma línea que Guzmán.
El Fondo enfatizó que «lo importante es priorizar a los pobres y proteger a los más vulnerables», ya que el precio y el elevado costo de la energía derivado de la guerra entre Rusia y Ucrania «es temporario, como lo fue en la pandemia», evaluó.
Bajar subsidios
En tanto, los analistas están pendientes de los supuestos en la baja del gasto por subsidios, que antes de que estallara la guerra se estimaba que el Gobierno iba a comenzar a reducirlos en 0,6% del PIB, aplicando una segmentación de tarifas.
Ahora, pese a que el Gobierno avanzó en convocar a audiencias públicas para mediados de mayo, se complica el objetivo de reducir el gasto por esta vía, debido al aumento de costos de la energía.
Por último, otro de los supuestos para llegar al déficit de 2,5% del PIB es completar el financiamiento internacional de los organismos, con ayuda en el mercado local.
El Ministerio de Economía informó que con la colocación efectuada esta semana «se logró un financiamiento neto del 0,94% del Producto Interno Bruto (PBI), establecido en el marco del programa económico respaldado por el Acuerdo de Facilidades Extendidas» con el FMI, lo que equivale a la mitad de las estimaciones pautadas con el Fondo para el año.