Concierto de Rata Blanca, Plaza de la Música, 27 de mayo. Walter Giardino (guitarra), Adrián Barilari (voz), Fernando Scarcella (batería), Danilo Moschen (teclados) y Pablo Motyczak (bajo).
Es viernes a la noche, está fresco y por un rato te dejarás llevar, deslizándote hacia un puñado de manzanas en las cuales te criaste. Es el punto y coma de la vida, está muy claro. Sorteando por fin un largo bache de encerramiento que sólo podías imaginar en alguna elucubración. Te sorprende una digresión: ¿alguna vez la combinación de pobreza y crisis que refieren el coloquial “malaria” será reemplazado por el tristemente familiar “covid”? Te acordás de que en Rosario alguien inscribió con ese nombre a su bebé y sigue costando creerlo.
Estás solo, como tantas veces, pero no importa. Te agasaja una brisa mañosa, la misma de siempre. Al preocuparte tanto por acertar la fila correcta, te intuís viejo; obedeciendo con resignación las voces de activación del ingreso al local y soportando pacientemente a los azules, te parece que el tiempo no pasó, aunque aparezcan ganas de argumentar que las carteras de la dama o del caballero no pueden ser abiertas.
El show se demora y tenés la oportunidad de observar el marco. El rock ya no es cosa de pibes. Desde hace mucho. Pero el público recupera brillo y se genera una lógica expectativa de reencuentro. En pocos minutos, sabremos si nos elegimos correctamente.
Cuando Rata Blanca aborda el escenario y suenan los primeros acordes de “Michell, odia la oscuridad” sentiste que te arrasó -otra vez- una corriente embravecida. La banda está intacta y “Sólo para amarte” nos pone arriba desde sus acordes iniciales. El sonido es compacto y la energía mana a borbotones.
Adrián Barilari lo explica: Rata volvió a las giras (recorriendo la provincia de Córdoba en estos días) y están felices. Nosotros también.
Sin un disco nuevo para presentar, ya que fueron sólo tres placas de estudio en los últimos tres lustros (“El Reino Olvidado” -2008-, su reversión “The Forgotten Kingdom” -2009- y “Tormenta Eléctrica” -2016-), más dos en vivo (“XX Aniversario Magos, Espadas y Rosas” -2011- y “Luna Park 2019” -2021-), la banda recorrió todo su material, que se iniciara con “Rata Blanca” -1988- y que cuenta con clásicos como los ya nombrados o “Guerrero del Arco Iris” -1991-, “El camino del fuego” -2002- o “La llave de la puerta secreta” -2005-, entre otros.
En ese decurso, Giardino es el único fundador que sigue en la banda, por la que han pasado leyendas como Hugo Bistolfi (teclados), Samuel Blanch y Mario Ian (voces), el ex compañero de Giardino en V8, Gustavo Rowek (batería), o el fallecido Guillermo Sánchez (bajo).
Con Moschen en las teclas y Motyczak (quien viene de integrar el proyecto alternativo de Giardino, Temple) a cargo de las cuatro cuerdas, la banda -sostenida por ese incansable motor llamado Fernando Scarcella- no ha perdido potencia ni versatilidad. Y ello se percibe en grandes canciones como “Volviendo a Casa”, “El círculo de Fuego” o “Talismán”, que mantienen en ritmo a un público que corea todas las líricas desplegadas por el siempre histriónico Adrián.
Habrá un recuerdo para Guillermo Sánchez al interpretar “Pequeño Ángel Oscuro” (de Tormenta Eléctrica).
Los últimos temas de la lista, antes del bis, serán apuestas seguras: “Mujer Amante”, “Endorfina” y “Guerrero del Arco Iris”. Y es tiempo de referir a la pareja producción de Giardino, siempre un show dentro del show, pero además una de las pocas figuras argentinas de su generación con genuina repercusión internacional, que tuvo lo que hay que tener (talento, obstinación y cojones) para lograr una merecida interacción con figuras de prestigio, que además están en su línea artística (como Glenn Hughes, Tarja Turunen, Graham Bonnet -junto a quien visitó Córdoba en 2017- y Ronnie Romero).
Concentrado hoy en la efectividad antes que en el efecto, a sus sesenta y dos abriles, el lungo pelilacio del Bajo Flores regala en la Plaza un gran momento. ¡Y nos hincha el alma de orgullo!
Mientras las luces oscuras confirman que Rata hará los bises de rigor, pensás que se deberían quedar una hora más. Te cumplirán parcialmente: seguirán “Rock and Roll Hotel”, “Aún estás en mis sueños” (sonó mejor que el Rainbow de “Lady of the lake” -1978- o el Deep Purple de “Perfect Strangers” -1984-), “La Leyenda del hada y el mago” y “El último ataque”.
Harás la última redada por los bares contiguos, concediéndote un bocado más de escenas conocidas. La oscuridad / Sabes que está / Desolando la tierra y el mar / Tiempo sin paz / Odio y dolor / Necesito poder despertar. Confirmás que no te equivocaste. Fue la cita correcta.