Miles de manifestantes, organizaciones políticas y movimientos sociales se concentraron ayer en Buenos Aires y en las plazas céntricas de las grandes ciudades del país para exigir un freno a los femicidios y un castigo a los responsables de la violencia de género, en el contexto del séptimo aniversario de la primera marcha Ni Una Menos.
En Córdoba, las agrupaciones feminista reclamaron la «destitución de jueces y funcionarios que amparan las violencias machistas», además de políticas públicas de seguridad, contra la pobreza, las desigualdades y la violencia criminal.
Las manifestantes marcharon desde avenida Colón y Cañada, junto a referentes de organizaciones sociales, de derechos humanos, partidos de izquierda, de diversidad sexual y familiares de víctimas, entre otros, para luego confluir en la zona del centro comercial Patio Olmos, donde pronunciaron los reclamos.
La protesta en Buenos Aires en contra de la violencia machista, que se tiñó de violeta e incluyó bombos e intervenciones musicales y artísticas, se extendió desde el Congreso de la Nación y recorrió Avenida de Mayo hasta la Nueve de Julio.
A su vez, las manifestantes exigieron una reforma judicial feminista, Ley Integral Trans y una efectiva aplicación de la Educación Sexual Integral (ESI) así como de la Ley Micaela, como herramientas para luchar contra la violencia de género.
Los familiares de víctimas de femicidios y mujeres que sufrieron violencia de género también estuvieron presentes para exigir justicia, en un contexto en el que se registra un femicidio cada 34 horas, según datos de la Oficina de la Mujer (OM) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
Asimismo, activistas que recordaron la primera marcha del Ni Una Menos en 2015, remarcaron la importancia de seguir luchando y de implementar herramientas de manera «urgente»: «Necesitamos que esto no se repita, y para eso tenemos que hacer una implementación real de la ESI, y aplicación de la ley Micaela en todos lados, es fundamental», señaló Noemí, que asistió a todas las marchas del movimiento.
Entre las organizaciones políticas que estuvieron presentes se encuentra el Movimiento Evita, Libres del Sur, Izquierda Latinoamericana, Movimiento Socialista de los Trabajadores, Peronismo por la Ciudad, y entre los movimientos sociales está Barrios de Pie, Libres y Diversas y Mamá Cultiva.
En el marco de la movilización, colectivos feministas acordaron en un documento reivindicaciones que van desde una reforma que garantice el acceso a la justicia a las mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries y castigue el asesinato de mujeres, y pidieron la aplicación en todo el país de la ley de interrupción voluntaria del embarazo.
El texto tiene 41 puntos de reinvidicaciones, entre las que destaca en primer lugar «¡Basta de Justicia patriarcal!» y se reclama «una reforma judicial feminista que garantice el acceso al sistema de justicia para mujeres, lesbianas, bisexuales, travestis, trans y no binaries».
En Rosario, organizaciones de mujeres, sociales, políticas y del colectivo LGTBQ+ marcharon hasta el Monumento Nacional a la Bandera contra los femicidios y la violencia machistas en sus distintas manifestaciones.
Los manifestantes conformaron una columna que ocupó varias cuadras que recorrieron el centro de la ciudad santafesina, donde desde temprano un grupo de feriantes inició la jornada en el Parque Nacional a la Bandera, donde desde las 18 se iniciaron intervenciones artísticas que dieron paso a la llegada de la movilización.
En la ciudad de La Plata, en tanto, miles de manifestantes marcharon bajo la consigna «nos queremos libres, vivas y desendeudadas». La movilización, encabezada por familiares de víctimas de violencia de género, dirigentes políticas y representantes del colectivo LGBTIQ+, comenzó en Plaza Moreno y marchó por las calles céntricas de la capital bonaerense.
En Mendoza, tras siete años de lucha y organización, cientos de personas, en su mayoría mujeres jóvenes y adolescentes, acompañaron la marcha de Ni Una Menos Mendoza, colectivo que integran 50 organizaciones que volvió a salir a las calles para exigir «que dejen de matarnos, violentarnos y desaparecernos».
«Salimos a la calle por nuestras muertas y desaparecidas», proclamaron las participantes que se concentraron a partir de las 18 en el llamado Kilómetro 0 de la capital, en San Martín y Garibaldi, para marchar juntas hasta la plaza Independencia.
«Este año, el principal reclamo es el pedido de justicia por nuestras desaparecidas en democracia Gisela Gutiérrez (2015), Viviana Luna (2016) y Abigail Carniel (2021)», comunicaron las organizadores y pidieron «que el Poder Judicial de una respuesta a estas familias». «Por eso nos movilizamos junto a los familiares de víctimas de femicidios y travesticidio», comentaron en medio de cánticos de protesta y coloridas banderas alusivas.
Asimismo, manifestaron el pedido de justicia junto a la familia de Melody Barrera, por la elevación a juicio por jurado por el crimen de odio por identidad de género.
Según un nuevo informe del Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano que dirige La Casa del Encuentro, «Mendoza es la sexta provincia con más femicidios en los últimos 7 años 80, sobre un total de 2.041 femicidios y trans/travesticidios en el país», en un reporte que se realiza con el apoyo de Fundación Avon para la Mujer (FAM), el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de CABA y la Defensoría del Pueblo de Caba.
En Tierra del Fuego, hubo marchas en las ciudades de Ushuaia y Río Grande, donde al repudio a los femicidios y al reclamo a sus esclarecimientos, se sumó el pedido de una reforma judicial con perspectiva de género y la instauración de la paridad en los cargos legislativos provinciales.
En la capital fueguina, pidieron Justicia por el femicidio de Zulema Medina, la mujer de 39 años asesinada el 22 de febrero en un hecho donde el principal sospechoso es su pareja José Ceferino Lencina.
La «Colectiva Feminista de Río Grande» también realizó una concentración y un acto con las consignas principales de repudio a los femicidios y el pedido de una reforma judicial con perspectiva de género.