Las peores pesadillas de Estados Unidos se comienzan a materializar a medida que la guerra –que admitió no le interesa detener- se extiende en Ucrania. Esta vez, el presidente de China, Xi Jinping, le garantizó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, su respaldo en materia de “soberanía” y “seguridad” durante una conversación telefónica, en una alianza que podría reeditar el mundo bipolar de la Guerra Fría del siglo pasado, aunque con un potencial destructivo infinitamente mayor.
“China está dispuesta a seguir con Rusia el apoyo mutuo en cuestiones de soberanía, seguridad y otras cuestiones de interés fundamental y preocupaciones importantes”, dijo Xi en un comunicado oficial. Por su parte, el Kremlin agregó que Xi y Putin acordaron “ampliar la cooperación en los campos energético, financiero, industrial, de transporte y otros, teniendo en cuenta la situación económica mundial que se ha complicado debido a las sanciones ilegítimas de Occidente”.
Putin y Xi también abordaron el “desarrollo de las relaciones militares y técnico-militares”, indicó la presidencia rusa, que calificó el intercambio de “cálido y amistoso”. Por fin, ambos líderes enfatizaron su intención de “construir un sistema de relaciones internacionales verdaderamente multipolar y justo”. Apenas conocida la noticia, Estados Unidos reclamó a China que deje de apoyar la invasión rusa a Ucrania y evite así colocarse “del lado equivocado de la historia”.
“Nos preocupa el alineamiento de China con Rusia”, dijo un portavoz de la diplomacia estadounidense, quien consideró que “China dice ser neutral pero su comportamiento deja en claro que todavía está invirtiendo en lazos estrechos con Rusia”. “Más de tres meses después de la brutal invasión (de Ucrania el 24 de febrero) por parte de Rusia, China aún está del lado de Rusia”, agregó con malestar el informante, quien advirtió a Xi que se abstenga de proporcionar cualquier “ayuda militar” a Rusia o cualquier “apoyo sistemático para evadir sanciones” severas de Occidente.