El Gobierno Nacional promulgó la nueva Ley de Antibióticos que exige, entre otros aspectos, la presentación de una receta médica archivada para la compra de antibióticos, antivirales y antiparasitarios.
La ley fue promulgada mediante el Decreto 529/2022 publicado hoy en el Boletín Oficial con firmas del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Juan Luis Manzur y la ministra de Salud Carla Vizzotti.
Uno de los artículos de la ley establece que para la compra de un antimicrobiano en una farmacia no baste con una receta simple, sino de una archivada, como suele ocurrir con la prescripción de psicotrópicos. Además, establece que el médico debe incluir el diagnóstico en la receta.
La medida tiene por objetivo “establecer los mecanismos necesarios para promover la prevención y el control de la resistencia a los antimicrobianos en el territorio nacional”, además de “optimizar el uso de este tipo de medicamentos, mejorar la sensibilización y los conocimientos en materia de resistencia a los antimicrobianos, reforzar la vigilancia y la investigación en esta temática”.
Al momento de su aprobación en el Congreso, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, destacó que la nueva ley “permitirá abordar con mejores herramientas y medidas multisectoriales esta problemática que ya es una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad”. Tras su promulgación, la ministra destacó que se trata de una “herramienta potente”.
De esta forma, la compra de los antibióticos se realizará con receta archivada (es decir por duplicado), en la cual el médico deberá incluir el diagnóstico.
Por su parte, la industria farmacéutica deberá readecuar los formatos de empaque de los antibióticos y antimicrobianos en relación a la extensión de los tratamientos.
Sobre estos empaques se estableció que deberán contar con la leyenda impresa: “Este medicamento puede producir resistencia antimicrobiana”.
Con esa ley se creará una comisión nacional interministerial entre las carteras de Salud y de Agricultura con el objetivo de instaurar “límites y una reducción de los factores de crecimiento como antimicrobianos y un listado de esos productos que sólo podrán usarse en la salud humana como únicas alternativas terapéuticas ante ciertas bacterias”.