De acuerdo a un relevamiento realizado por la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), los consumidores pagaron en agosto, en promedio, casi seis veces más de lo que cobraron los productores agropecuarios por sus productos.
El Índice de precios en Origen y Destino (IPOD), que elabora mensualmente la CAME, está conformado por 24 agroalimentos, de los cuales 19 son de origen frutihortícola y 5 ganaderos.
En el caso de las frutas y verduras, el consumidor pagó 5,9 veces más de lo que cobró el productor en el octavo mes del año, es decir que el consumidor abonó cerca de $6 por cada $1 que recibió el productor frutihortícola.
En el caso de los productos que integran la canasta ganadera del IPOD, en promedio, los precios de la leche, los huevos, el pollo, la carne de novillo y la de cerdo, se multiplicaron por 2,8 veces desde que salieron del campo hasta que llegaron a la góndola.
La CAME indicó que las brechas más notorias, en la mirada de los productores, se explican «en la falta de precios de referencia, provocada por la inestabilidad de la macroeconomía y su impacto en el precio de los principales insumos que utiliza la producción agropecuaria».
Además, agregaron que «en el caso de los cítricos, y considerando las alteraciones ocasionadas por la guerra en Ucrania, los productores explicaron la diferencia de precios origen-destino por la sobreproducción que fue volcada al mercado interno».
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran dos productos de origen animal y tres frutihortícolas: calabaza y brócoli (2,3 veces), huevos (2,1), pollo (2) y frutilla (1,4).
La participación del productor explicó, en promedio, el 28 por ciento de los precios que pagó el consumidor en góndola.
La mayor participación la obtuvieron los productores de frutilla, al igual que el mes pasado, mientras que la más baja la consiguieron los de limón.
La entidad gremial empresaria explicó que el análisis de agosto «demuestra que el productor primario no es formador de precios, por lo que tampoco es responsable de su escalada».
«En general, las diferencias entre origen y destino se deben a un conjunto de comportamientos como, por ejemplo, los especulativos, adoptados por diferentes actores de la cadena de valor que abusan de su posición dominante en el mercado, básicamente, los hipermercados, los galpones de empaque y las cámaras de frío», añadió.