El padre de un niño autista de 11 años que asiste al colegio Rafaela Sánchez de Candelari de barrio Ayacucho en nuestra ciudad, denunció que su hijo fue abusado sexualmente por compañeros en el baño de la institución. Ante la falta de respuestas por parte de las autoridades del establecimiento y del Ministerio de Educación, el hombre, junto a otros padres, se encadenó a la puerta del colegio para pedir justicia.
“Yo soy el papá de un niñito de 11 años autista, al que el día lunes de la semana pasada torturaron y abusaron sexualmente. Lo ataron de pies y manos, le metieron la cabeza en el inodoro, lo golpearon, lo insultaron y, para terminar con su maldad, le bajaron sus pantalones y le tocaron todas sus partes íntimas”, contó el hombre. Asimismo, aseguró que el niño quedó con “ataques de pánico, no come, lo llevamos al médico, está con dolores de cabeza, traumado. Nos costó siete años que mi hijo hablara con la gente y esta gente lo destruye todo”.
Luego de ocurrido el hecho, el padre de la víctima se reunió con las autoridades de la escuela, quienes le aseguraron que iban a solucionar el problema “a través del diálogo”. En paralelo, los papás realizaron una denuncia penal y presentaron el caso en el Ministerio de Educación provincial.
Así, a nivel judicial se dispuso que se arbitren las medidas para que la víctima y sus agresores no se crucen, pero esto no resultó así. “Ese viernes volvimos a casa y me contó que uno de ellos volvió a hostigarlo. También nos enteramos que la maestra le hace bullying y que lo repara cuando habla, porque él tiene dificultadas para comunicarse”, agregó el papá.
En tanto, desde Educación aseguraron a Vía Córdoba que recibieron la denuncia y que “comenzó la intervención de la inspección”. Sin embargo, el padre afirmó que, hasta ayer, no había recibido llamado alguno de las autoridades.
Cansado de las demoras, el hombre terminó por encadenarse ayer a las rejas de entrada del establecimiento. A él se le sumaron otros padres que apoyaron su pedido de justicia.