Un estudio realizado por la Facultad de Ciencias Médicas de la UNC (Universidad Nacional de Córdoba) confirmó que no hay riesgos reales para las mujeres lactantes que consumen yerba mate. Muy por el contrario, el trabajo realizado por los especialistas aportó evidencia científica sobre los beneficios de incorporar ese tipo de infusiones en la dieta diaria.
El trabajo, realizado entre 2013 y 2020, contó con la participación de 279 mujeres lactantes adultas de Córdoba, que transitaban los primeros seis meses posparto. Cada una de ellas otorgó una muestra de 10 mililitros de leche que fueron sometidos a un estudio bioquímico, a través del cual se analizaron numerosos biomarcadores.
En el estudio hallaron que, tanto el mate cebado como el mate cocido, aportaron una mediana de 382,21 miligramos por día de polifenoles, compuestos procedentes de los vegetales y reconocidos por sus propiedades promotoras de la salud, entre los cuales se destacan sus efectos antioxidantes y neuro protectores. En los casos indagados, más del 35% de la ingesta diaria de estos agentes fue provista por el mate.
La investigación indagó cómo impacta el consumo de yerba mate, tanto en el estado nutricional de la mujer durante el puerperio, como en la composición de su leche. “Se trata de un momento muy particular de las mujeres, cuando se encuentran sujetas o interpeladas por mucha presión del ambiente laboral, social o sanitario. Muchas veces, el mate es un recurso para socializar, una costumbre”, explicó Valentina Cortez, una de las autoras del estudio.