El domingo Brasil definirá su destino entre dos candidatos a presidente cuyas propuestas de gobierno delinean rumbos muy distintos para el gigante de América. Desde la primera vuelta celebrada el 2 de octubre hasta el ballottage del domingo, las encuestas siguen favoreciendo al ex presidente por dos mandatos y líder del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula da Silva, sobre el actual presidente, Jair Bolsonaro.
La campaña electoral estuvo signada por graves acusaciones cruzadas entre los candidatos y la circulación de noticias falsas, por lo que intervino el Tribunal Superior Electoral (TSE). A su vez, aumentó la violencia política con hechos de agresión principalmente desde el bolsonarismo hacia los petistas, acusaciones de posibilidad de fraude y dudas por parte del oficialismo sobre la utilización de las urnas electrónicas, que funcionan desde 1996.
Sobre la votación, en primera vuelta Lula obtuvo el 48,43% de los votos y Bolsonaro el 43,20%. Acorde a la legislación brasileña, el ganador debe obtener más del 50% en primera instancia para ganar, lo cual ninguno lo logró. En octubre, Lula recibió cerca de seis millones de votos más que Bolsonaro.
La conquista de los millones de votos que marcaron la diferencia en la primera vuelta, más el electorado indeciso, fue el objetivo del actual mandatario durante la segunda parte del proceso electoral. Ayer, en el cierre de campaña, Bolsonaro pidió ante una multitud reunida en Río de Janeiro que cada uno de los presentes “busque al menos un voto” para el crucial comicio del domingo. Durante el acto hubo gran concurrencia de religiosos, principalmente evangélicos. Entre las personas de este credo, casi siete de cada 10 apoyan a Bolsonaro. El acto tuvo tintes épicos y gran presencia de pastores, con constantes referencias bíblicas sobre los hechos políticos del país y sobre el “mito”, como lo llaman al ex capitán. A su vez, en reiterados pasajes Bolsonaro agitó el fantasma del comunismo: “Soy católico y mi esposa evangélica. Todos los días me levanto, doblo mis rodillas, rezo un padre nuestro y le pido a dios que este pueblo no experimente el dolor del comunismo”.
“Nuestra bandera jamás será roja”, coreaban sus seguidores en la previa y durante el acto, alentados a los gritos por un animador con tono de pastor desde el escenario que estuvo apostado frente a la Iglesia Nuestra Señora del Destierro.
Por su parte, Lula, quien ayer cumplió 77 años, presentó su plan de gobierno. “Un país del respeto, del empleo, de los salarios decentes, de la jubilación digna, de los derechos y oportunidades, de la salud, de la educación, de la preservación del medio ambiente, del respeto a las mujeres, a la población negra y a la diversidad y, sobre todo, un compromiso inquebrantable con la democracia”, resumió en el texto. El líder del PT propone “rescatar del hambre a 33 millones de personas y a más de 100 millones de brasileños de la pobreza”, reactivar la economía e invertir en la educación y la salud públicas.
Según el TSE, unas 156,4 millones de personas podrán votar el domingo. En la primera vuelta, además de presidente y vicepresidente, se eligieron candidatos a senadores, diputados, gobernadores y legisladores provinciales. Ahora, solamente se decidirá quiénes serán el presidente y el vice. Según las últimas encuestas de Datafolha, Lula lleva la ventaja con el 49% de apoyo, Bolsonaro el 44%, los votos en blanco y nulos serían el 5%, y finalmente los indecisos un 2%.
Apoyo de Cardoso para el PT
El ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso llamó a votar por su histórico rival, Lula. “Tú que mejoraste tu vida en lo real y crees en Brasil, no tengas dudas. Vota la Lista 13, vota por Lula, porque él va a mejorar tu vida”, afirmó Cardoso quien estuvo en el poder desde 1994 hasta 2002. Se trata del segundo mensaje de apoyo por parte del ex mandatario. El primero fue a comienzos de octubre, vía redes sociales.
En consonancia, Cardoso declaró hace pocos meses que estaba arrepentido de haber anulado su voto en el balotaje de 2018 entre Bolsonaro y Fernando Haddad quien fue el candidato del Partido de los Trabajadores (PT), en los comicios que llevaron al poder al actual mandatario de ultraderecha.
Reacción desde la Corte Electoral
El Tribunal Superior Electoral (TSE) pidió a la Fiscalía General que investigue al equipo de campaña de Bolsonaro por intento de crear hechos que causen tumulto al proceso electoral.
“Considerando posible concreción de delito electoral con la finalidad de causar disturbios en la segunda vuelta electoral en su última semana, determino el pedido de oficio al fiscal general”, dijo el titular del TSE, Alexandre De Moraes.
A su vez, De Moraes reaccionó a la denuncia de “manipulación” lanzada en su contra por Bolsonaro quien lo acusó de favorecer a su rival en la difusión de propaganda oficial. Las radios acusadas por el oficialismo de ocultar la propaganda indicaron que no habían recibido el material.