Ayer inició una de las cumbres más importantes de la diplomacia mundial, en una coyuntura signada por la desestabilización global a raíz de la guerra en Ucrania, el aceleramiento de las crisis energética, el impacto del cambio climático y la inseguridad alimentaria.
Dos de los temas principales que trataron los representantes del G20, un grupo compuesto por presidentes y dirigentes de bancos mundiales, fueron la continuidad de la situación bélica en Ucrania y la crisis alimentaria que afecta a millones.
El primer día de la cumbre que se realiza en la isla de Bali, en Indonesia, tuvo diversos oradores. Entre ellos al presidente del país anfitrión, Joko Widodo, quien exigió “terminar la guerra” para que no derive en otra “guerra mundial”. Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Reino Unido y Japón fueron algunos de los países que tuvieron las palabras más duras contra Moscú.
El presidente ruso, Vladimir Putin, no asistió por lo que fue representado por el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, quien escuchó las acusaciones sin levantarse de su asiento. Lavrov permaneció en su puesto incluso durante la intervención del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, quien afirmó que sus tropas “no permitirán a Rusia que se tome un respiro” para comenzar “un nuevo episodio de terror y desestabilización”. Lavrov aseveró: “Hemos confirmado repetidas veces a través de la boca del presidente (Putin) que no nos negamos a negociar. Si alguien rechaza esta vía, es Ucrania”. En la víspera, Kiev interpretó el masivo ataque con más de cien misiles como una respuesta ante la celebración del ejército por la retirada de las tropas del Kremlin.
El nuevo primer ministro británico, Rishi Sunak, criticó la ausencia de Putin. “Es notable que Putin no se sintiera capaz de unirse a nosotros aquí”, dijo. “Es muy simple: los países no deberían invadir a sus vecinos, no deberían atacar la infraestructura civil y la población civil y no deberían amenazar con una escalada nuclear”, enfatizó. Incluso el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, habló del tema como invitado a la cumbre en Bali, al pedir un alto el fuego de un mes en Ucrania durante la celebración del Mundial de Qatar que empieza el domingo.
El otro gran tema que acaparó los discursos y que incluso era uno de los títulos de la sesión de debates, fue la crisis alimentaria resultante de la guerra en Ucrania, uno de los mayores exportadores mundiales de granos especialmente para África y el Medio Oriente. Desde marzo, el comerciod e alimentos se redujo drásticamente.
África es uno de los continentes con mayor hambruna. El presidente de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa, compartió:“En África, como en muchas otras partes del mundo en desarrollo, millones de personas pasan hambre. La inseguridad alimentaria mundial está empeorando y hay varias razones para ello”. Ramaphosa explicó que “la recuperación de la pandemia de Covid-19 es desigual e inadecuada” y que “el cambio climático aumentó la frecuencia y la gravedad de las sequías, las inundaciones y los incendios forestales”.
Solicitó que la Unión Africana “se una al G20 como miembro permanente”. Finalmente se pronunció sobre la Cumbre Climática COP27 que finaliza este jueves. Manifestó su “preocupación” por la falta de progreso en las negociaciones y pidió a ese foro como al G20 que asuma “responsabilidades comunes pero diferenciadas” sobre las consecuencias del cambio climático en países de renta baja. “Los países industrializados del G20 deben demostrar una acción climática más ambiciosa y deben cumplir sus compromisos financieros con las economías en desarrollo”, acotó.
Xi habló de la guerra
Uno de los discursos más esperados fue el del presidente chino, Xi Jinping. Criticó el “uso de alimentos y energía como armas”, dijo de manera indirecta hacia Rusia. No obstante marcó una posición intermedia y condenó las sanciones de Occidente. “Hay que eliminar las sanciones unilaterales y levantar las restricciones a la cooperación científica y tecnológica”, añadió.
Sobre la seguridad alimentaria y energética, opinó que la causa fundamental de las crisis no es la producción o la demanda, sino la interrupción de las cadenas de suministro y la cooperación internacional. Y destacó la necesidad de “contener la inflación”.