El ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, sostuvo anoche que las restricciones para la compra de divisas es «una medida incómoda» para el Gobierno, pero remarcó que «es necesaria para evitar males mayores, como que se escape el dólar».
«Es una medida incómoda para nosotros que ya tuvo la Argentina, no nos gusta, la consideramos transitoria dependiendo del resultado electoral. Pero es necesaria para evitar males mayores, como que se escape el dólar», remarcó Lacunza en declaraciones al canal América.
El funcionario dijo que la prioridad es «mantener el dólar a 61 pesos» y señaló que tiene con el Banco central «un diagnóstico común de que el dólar en estos valores está exageradamente alto», mientras que admitió que a partir de este lunes «va a haber dólar blue».
«Son medidas muy duras para asegurarnos que no haya mas medidas restrictivas y si nos pasamos podemos luego retroceder», planteó Lacunza, quien remarcó que la voluntad del Gobierno con estas iniciativas es «garantizar que el barco llegue al puerto con el dólar como está, gane quien gane las elecciones».
«El desafío es estacionar el barco en el muelle el 10 de diciembre, no antes», explicó el ministro con una metáfora. Y contó, sobre los anuncios: «Preferimos pecar de exagerados que de escasos».
Por otro lado, consultado por la posibilidad de que se introduzca un «corralito», dijo que eso es «un disparate» y remarcó las diferencias que existían entre la situación económica del país en 2001 y en la actualidad.
A su vez, Lacunza dijo que la chance de que el FMI no haga el próximo desembolso de dólares contemplado en el acuerdo «no es la hipótesis» que maneja. «La Argentina hizo todo lo que tenía que hacer para que eso ocurra, no hay para razón para que no», subrayó al ser consultado por el próximo giro del Fondo.