El nivel de consumo cayó 3,5% interanual en el país durante 2022 y la baja fue más pronunciada en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) que en el interior.
El dato surge de un relevamiento efectuado por la consultora Focus Market, que precisó que durante diciembre, las ventas minoristas de bienes en general crecieron 2,7%, favorecidas por el programa Precios Justos y recomposición del ingreso con suba de salario mínimo, jubilaciones, bonos y refuerzos en programas sociales.
«Los datos de inflación interanual muestran que la variación de precios en nuestra economía presentan el mayor problema de los últimos 32 años. Con la misma nominalidad los consumidores van comprando cada vez menos productos», dijo el director de la consultora, Damián Di Pace.
Según el relevamiento, en 2022 el consumo fue similar al año anterior en autoservicios, mientras que el resto de los formatos de comercialización mostraron caídas. En cuanto a la canasta básica, el informe arrojó que durante el último mes de 2022 sus precios se incrementaron en un 6,3%, impulsados por bebidas y artículos de limpieza.
En la «radiografía» del consumo de los argentinos crecieron congelados, harinas, salchichas y bebidas; también registraron cierta recuperación las ventas de artículos de cuidado personal.
«Los bolsillos de los argentinos tienen situaciones diferentes: los asalariados registrados ganaron en promedio frente a la inflación en los últimos dos meses, pero perdieron en todo el acumulado del año. Los no registrados que son los que más crecen en volumen -como monotributistas y autónomos- pero no pueden sostener su nivel de vida con una presión tributaria enorme e ingresos licuados por la inflación. Para el caso de los informales la situación es más grave aún «, expresó Di Pace.