El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos pidió ayer a Israel que suspenda su cuestionada reforma del sistema judicial ante el impacto que podría tener en los derechos humanos y la independencia de la justicia, en un nuevo reproche al proyecto impulsado por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
“Dado el nivel de preocupación pública y política, pido al Gobierno israelí que suspenda los cambios legislativos propuestos y los abra a un debate y a una reflexión más amplios”, declaró Volker Türk.
El Parlamento israelí dio luz verde en primera lectura dos proyectos de ley de la reforma judicial, considerada por sus opositores como una amenaza a la democracia del país. Los diputados votaron a favor por 63 votos -y 47 en contra- dos textos que pretenden modificar el proceso de nombramiento de los jueces y declarar incompetente a los tribunales para juzgar actos o decisiones que consideren contrarios a las leyes fundamentales del país.
Otro texto de la reforma introduce una cláusula que permitiría al Parlamento anular por mayoría simple ciertas decisiones del Tribunal Supremo.
Por otro lado, un bombardeo israelí contra la capital de Siria dejó el domingo al menos 15 muertos y dañó gravemente un edificio en Damasco, donde están los organismos de seguridad e inteligencia sirios.
La ONG siria Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) precisó que entre los muertos había civiles, incluyendo dos mujeres, y que el bombardeo estuvo dirigido a objetivos del grupo islamista libanés Hezbollah.
“El bombardeo del domingo es el ataque israelí más mortífero en la capital siria”, dijo Rami Abdel Rahman, director del OSDH.