El martes pasado por la tarde atacaron violentamente a la fundación del padre Mariano Oberlin, que funciona como un centro de rehabilitación de adicciones en el Campo de la Ribera. Ocurrió alrededor de las 16 horas, cuando un hombre se asomó por la tapia perimetral de la fundación, en la que viven alrededor de 40 chicos y abrió fuego indiscriminadamente.
Según lo explicó el propio Oberlin en un posteo de Facebook, el atacante se apoyó contra una pared y disparó con una escopeta recortada para luego darse a la fuga rápidamente en un automóvil. “Gracias a Dios no le pegó a ningún chico. Lo que más nos angustió es que el que tipo hizo esto a 60 metros de una casilla de la Policía”, relató el religioso.
Cabe remarcar que esta no es la primera vez que todo el extenso trabajo solidario del sacerdote es blanco de ataques o de amenazas. Años atrás, también fue amenazado de muerte por bandas narcos que rodean la zona.
Al respecto, Oberlin señaló que está analizando dejar la parroquia “Crucifixión del Señor” de barrio Müller, adonde llegó hace 13 años y desde donde viene denunciando el avance del narcotráfico y otros grupos delictivos que aquejan al sudeste de la ciudad Córdoba.
«Esto pasa en Córdoba, no es Rosario», inicia la reflexión que posteó el cura en redes. Además, alertó que «esto ocurrió a 40 metros de una de las casillas policiales de la Costanera», y dijo que «en su huida, el auto pasó por frente de la escuela, en donde había cuatro policías custodiando la salida de los chicos. Ahí mismo esquivó a un colectivo al que casi choca, e inmediatamente esquivó a una palita mecánica nuestra en la que venía de trabajar en la limpieza del basural uno de los chicos de nuestra comunidad».
“Finalmente, vimos el auto. Le tomamos la patente al final, el auto tiene una patente que no es la que corresponde la patente del auto. Corresponde el auto de Buenos Aires, o sea que anda con un auto que no corresponde y nadie hace nada”, señaló indignado.
«Si no confrontamos a quienes pretenden adueñarse del barrio, llegará un momento en el que va a ser muy difícil volver atrás. La gran mayoría de la gente de nuestros barrios quiere vivir digna y honesta; si dejamos que a los parámetros de convivencia los impongan un par de matones (que no son más que eso: un par, o unos pares, pero no más), estaremos condenando a las generaciones que vienen», explicó.
Inacción de la Policía
Por otro lado, el cura criticó duramente la inacción por parte de la Policía de Córdoba dado a que, según sostiene, estas situaciones se viven desde hace rato. A esto se le suma también varias “amenazas” por parte de los malhechores. “La policía está bastante inactiva frente a esas cuestiones”. “Hay chicos que han sido amenazados”, aseguró.
“Entonces, básicamente hay que poner un freno”, expresó. Luego advirtió que son los matones quienes “manejan el barrio y manejan a los chicos”. “Es una zona liberada”, sentenció.
En su analogía con la ola de ataques que atraviesa desde hace tiempo la sociedad rosarina, el padre Oberlin indicó que, en el caso de Córdoba, “no estamos hablando de grandes mafias organizadas como pasa en Rosario” y afirmó que se trata de “pequeñas organizaciones que manejan droga”.
En lo judicial, la Fiscalía 2 Clase 1 a cargo Lourdes Quagliatti investiga el caso.
Por el momento, no se excluye que más de una persona esté involucrada en el ataque.
Sin embargo, hasta el momento aún no ha sido identificado el agresor y por lo tanto no hay ninguna persona imputada. En la Fiscalía, están tratando de esclarecer y determinar qué fue lo que realmente ocurrió y el motivo del ataque.