Negociadores del guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) y del gobierno colombiano regresaron a Cuba e instalaron ayer oficialmente una mesa de diálogo que tiene por objetivo principal lograr un cese al fuego bilateral que permita controlar una violencia política armada que no se detuvo en el país sudamericano por 60 años.
Las partes abrieron lo que será la tercera ronda en busca de un acuerdo total, pero en esta ocasión el objetivo trazado es convenir los mecanismos de participación humanitaria y el alto a las hostilidades, tras enfrentamientos que han cobrado miles de víctimas por décadas.
“Los alentamos a aprovechar la magia, la mística y la esperanza que ofrece siempre Cuba”, dijo el canciller isleño Bruno Rodríguez, al dar la bienvenida a las delegaciones.
Las conversaciones entre el ELN y el gobierno de Colombia se retomaron en noviembre del año pasado luego de la juramentación del presidente Gustavo Petro, quien hizo de la “paz total” un fuerte eje de su programa político.