El presidente ruso Vladimir Putin acusó ayer a Occidente de haber orquestado la guerra de Ucrania para destruir a Rusia y animó al ejército ruso a pelear hasta la victoria, en un discurso en la Plaza Roja de Moscú por la conmemoración del aniversario del triunfo soviético en la Segunda Guerra Mundial que incluyó un gran desfile militar.
“La civilización se halla una vez más en un punto de inflexión decisivo”, dijo Putin ante miles de soldados, políticos rusos y varios dirigentes de ex repúblicas soviéticas en el acto central para conmemorar la victoria sobre la Alemania nazi, en 1945. “Se ha desatado una verdadera guerra contra nuestra patria”, fruto de las “ambiciones indómitas, la arrogancia y la impunidad” de Occidente, agregó.
Horas antes del discurso de Putin, fuerzas rusas lanzaron desde el mar y el aire una nueva andanada de 25 misiles de crucero contra Ucrania, sin provocar víctimas ni daños importantes, según dijeron autoridades ucranianas. La Fuerza Aérea de Ucrania dijo además que las defensas aéreas destruyeron 23 de los 25 misiles disparados por Rusia.
Por otro lado, el periodista de la agencia de noticias AFP en Ucrania, Arman Soldin, murió ayer en Ucrania, en un ataque con cohetes Grad cerca de Chasiv Yar, en el este del país, informaron sus colegas del medio francés que lo acompañaban. El bombardeo ocurrió hacia las 16.30 locales (10.30 hora de Argentina), en las afueras de esa localidad próxima a Bajmut, ciudad de la provincia de Donetsk y blanco de disparos cotidianos de las fuerzas rusas.
Otro que se pronunció ayer fue el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien estimó que “en este momento no es posible” una negociación para poner fin a la guerra en Ucrania. “Desafortunadamente, creo que en este momento no es posible una negociación para la paz. Las dos partes están convencidas de que pueden ganar” y “están completamente involucradas en la guerra”, indicó Guterres.
EE.UU. aseguró que desactivó un programa espía ruso
El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo ayer que, a través de la “Operación Medusa”, desactivó un “sofisticado” sistema de espionaje utilizado por la agencia de inteligencia rusa, la FSB, en 50 países desde hace dos décadas.
“A través de una operación de alta tecnología, que volvió este programa malicioso ruso contra sí mismo, las fuerzas del orden estadounidenses neutralizaron una de las herramientas de ciberespionaje rusas más sofisticadas”, dijo la fiscal general adjunta de Justicia, Lisa Mónaco, en un comunicado.
Los norteamericanos anunciaron además un nuevo paquete de asistencia militar para Ucrania por 1.200 millones de dólares, destinados a reforzar sus defensas aéreas y proporcionarle munición adicional para su artillería.
Según el Pentágono, el envío evidencia el compromiso de la Casa Blanca con Kiev, “al abarcar capacidades críticas a corto plazo, como sistemas de defensa aérea y municiones, al mismo tiempo que desarrolla la capacidad de las Fuerzas Armadas de Ucrania para defender su territorio y disuadir la agresión rusa a largo plazo”.