El Pincha golpeó de entrada y manejó la ventaja con comodidad durante toda la primera etapa, pero en el complemento eligió defender su cuarta victoria consecutiva demasiado cerca de su campo, ante un rival que jugó el último cuarto de hora con un jugador menos.
En el primer tiempo, Gastón Fernández y Nahuel Estévez representaron el corazón del conjunto de Gabriel Milito, en un escenario repleto. A sus anchas se movieron en ese período para construir la supremacía de su equipo, ante un rival tímido y con problemas para progresar en la cancha.
El apodado Gata se movió por donde quiso, pero principalmente lo hizo desde la izquierda hacia el centro. Por ese sector habilitó a Estévez con un pase filtrado que tomó por sorpresa a una defensa cordobesa que todavía se acomodaba.
Iba 1 minuto y medio de juego cuando el joven volante Pincha entró con pelota dominada, remató cruzado y Manuel Castro corrigió para estampar el 1-0.
Y Estudiantes giró alrededor de Fernández. Y recuperó a través de un Estévez aguerrido. Y el público se contagió y se acordó de su eterno rival, mientras los corazones latían por la victoria parcial, pero más por el reestreno del estadio Jorge Luis Hirschi, en la mítica intersección de 1 y 57.
Antes del final de la primera parte, una nota negativa. Gata Fernández dejó el campo de juego, aparentemente por un problema muscular. Al menos, el delantero se llevó una gran ovación.
El equipo cordobés, con la pelota y el territorio a su disposición, apenas pudo inquietar a Mariano Andújar en el segundo tiempo por intermedio de un tiro libre de Martín Payero.
Estudiantes hasta pudo liquidar el juego de contragolpe, pero el remate de Ángel González, reemplazante de Gata Fernández, dio en el palo derecho. Juan Cruz Komar, incluso, casi la mete en su arco en el rebote.
Los minutos finales encontraron a Talleres buscando el empate insistente pero infructuosamente, mientras en las tribunas del Único no paraban de cantar.
Estudiantes venía de ganarle a Gimnasia, y antes había vencido a Rosario Central. Un poco más atrás, también le había ganado a Central Córdoba de Santiago del Estero, borrándole la fecha de vencimiento a un ciclo de Milito que comenzaba a oler mal.
Pero luego se recuperó con esas victorias y llegó hasta hoy, con un técnico que dejó de caminar por la cornisa y ante un rival que le había ganado a Newell’s en su último juego, pero que anteriormente perdió cuatro partidos.
Los hinchas, dirigentes y jugadores de Estudiantes saldrán en peregrinación esta misma noche hacia el estadio de 1 y 57, y esperarán allí el inicio del día 9 de noviembre, fecha marcada por la reinaguración de su estadio.
Habrá festejos en la moderna cancha entre sábado y domingo, con visitas de jugadores históricos y shows especiales para los simpatizantes, que volverán a rugir en 1 y 57 después de catorce años.