Una de las películas que obtuvo un éxito rotundo en los años 90 fue “Entrevista con un vampiro”. La producción se estrenó un 11 de noviembre de 1994 y recaudó 224 millones de dólares, posicionándose así, como la novena más taquillera. Tenía todos los elementos para convertirse en un suceso, primero, al actor Tom Cruise y segundo, un material de partida con el que era difícil equivocarse (la novela original de Anne Rice que alcanzó los ocho millones de ejemplares y ha sido el origen de una saga literaria que lleva por ahora doce entregas). Sin embargo, hubo un detalle, uno de los protagonistas no guarda un gran recuerdo del film y es Brad Pitt.
Tras una entrevista a la revista de entretenimiento Entertainment Weekly en 2011, Pitt contó una serie de detalles que vivió durante el rodaje. «En Entrevista con un vampiro parecés tan desgraciado durante toda la película», le comentó el periodista Jeff Giles. Y Pitt respondió: «¡Fui un desgraciado! ¡Fueron seis meses en la oscuridad!». Por otro lado, develó que aceptó el papel sin leer el guion. Para el actor, la propuesta era tentadora, debido a que trabajaría con Tom Cruise y con un director como Neil Jordan (que era, además, su amigo).
Si bien el actor admitió que el rodaje no empezó del todo mal: «Lo mejor que obtuve de esa película es mi historia de amor con Nueva Orleans. Rodábamos por la noche, así que andaba en bici todas las noches. Hice grandes amigos allí. Pero luego llegamos a Londres, y Londres fue la tremenda oscuridad. Era lo más duro del invierno».
Entrevista con un vampiro se rodó por la noche porque Jordan no quería que un solo rayo de sol acariciase la cara de los actores en el momento de rodar. Cuando llegaron a Londres no rodaron de noche, pero sí en unos estudios al que Pitt calificó como “un caldero, un mausoleo sin ventanas que no ha sido restaurado en décadas”. Al finalizar la jornada ya era de noche, es decir, la oscuridad era continua.
«Lo confieso, un día me rompí. Pensé que la vida es demasiado corta para esa calidad de vida. Llamé a [el productor de la película] David Geffen, que era buen amigo mío. Y él vino a verme. Le dije: David, no puedo más. No puedo hacerlo. ¿Cuánto me costaría abandonar? . Y él respondió, con mucha calma: Cuarenta millones de dólares . Y le digo: Ok, gracias . La verdad es que sirvió para acabar con mi ansiedad. Pensé: Tengo que levantarme y manejar esto», declaró a Entertainment Weekly.
Por otro lado, hubo un asunto que Pitt no contó en esa entrevista que fue lo peor del rodaje. Para conseguir el aspecto mortecino de los personajes se usó no solo maquillaje, sino una técnica mucho más dura. Durante 30 minutos al día Pitt y Cruise tenían que estar colgados bocabajo. Jordan quería que todo el rato tuviese el aspecto de dos vampiros que acaban de salir de sus ataúdes y, con esta técnica, la sangre desaparecía de sus caras y conseguía la palidez vampírica que el papel requería.
Para Tom Cruise el rodaje no fue tan duro como parecía, pero sí tuvo su propio dolor de cabeza durante la producción. Anne Rice, la autora de la novela, criticó que su personaje fuese interpretado por un ídolo de masas. Ella había hecho campaña activamente para que la película fuese protagonizada por Daniel Day-Lewis (que rechazó al papel) o Jeremy Irons (a quien el estudio no quería). «Era incómodo y al principio hirió mis sentimientos, claro», comentó a EL PAÍS en 1994. Pero cuando Rice vio la película completa, cambió de opinión y publicó un anuncio donde expresó su amor por el trabajo logrado.