El presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo el pasado viernes que recibió “con dolor” la información sobre un presunto ingreso de dinero del narcotráfico en su campaña, revelada por su hijo de acuerdo con el fiscal que investiga el hecho, pero manifestó que “nada ni nadie puede detener la lucha de toda una vida contra la corrupción”, mientras la oposición multiplicó las críticas y planea una marcha para pedir su salida del cargo.
Petro emitió un comunicado en el que lamentó las noticias sobre “presuntas irregularidades en el desarrollo de la campaña presidencial en la Costa”, en referencia al departamento Atlántico, y al respecto puntualizó: “En cuanto a la institución, sin vacilación alguna, afirmo y reitero que nadie puede estar por encima de la ley y que la justicia debe aplicarse de manera imparcial, con el debido proceso y todas las garantías constitucionales”.
“Serán los jueces en sus diferentes competencias quienes definan jurídicamente lo que corresponda. Para tal efecto, le he otorgado poder al conjuez de la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia, Mauricio Pava Lugo, para que me represente”, añadió.
Finalmente, enfatizó: “Continuaré decididamente con la agenda presidencial. Nada ni nadie puede detener la lucha de toda una vida contra todas las formas de corrupción, y el Gobierno continuará sin distracciones su tarea y su compromiso por una Colombia mejor”.
Por su parte, Nicolás Petro, el hijo mayor del presidente, aseguró que su padre no sabía del dinero aportado por un ex narcotraficante a la campaña. “Quiero aclarar algo: ni mi papá ni el gerente de la campaña, Ricardo Roa, sabían de los dineros que recibimos Daysuris (Vásquez, su ex esposa) y yo de Santander Lopesierra y de Gabriel Hilsaca”, dijo el político de 37 años, que ayer obtuvo la libertad condicional tras ser arrestado por lavado de activos y enriquecimiento ilegal. “Obviamente, no sabían que parte de esos aportes yo los utilizaba para la campaña. Es importante hacer esa aclaración, pero hay otras circunstancias”, manifestó.
El primogénito del mandatario admitió a su vez que cometió errores y que en el último tiempo estaba distanciado de su padre. Nicolás Petro y su ex esposa fueron detenidos el sábado pasado y, en la audiencia del jueves, el fiscal del caso, Mario Burgos, dijo que tras aceptar un acuerdo de colaboración con la Justicia, el hijo del presidente reveló que parte del dinero supuestamente ilegal que recibió entró a la campaña electoral de 2022 de su padre.
De acuerdo con el fiscal, confesó presuntos ingresos irregulares por parte de Samuel Santander Lopesierra, quien estuvo preso en Estados Unidos por narcotráfico entre 2003 y 2021 y de un hijo de Alfonso “el turco” Hilsaca, un negociante acusado en el pasado por la fiscalía de financiar grupos paramilitares y planear homicidios.
“Lo sucedido con mi hijo es para mí terrible y muy lamentable. Ojalá algún día pueda hablar con él y perdonarnos”, indicó Petro en un tuit y reiteró que “respetará” y “no presionará” a los funcionarios judiciales que intervienen en el caso que se metió de lleno en la política del país.