El descargo por escrito que la vicegobernadora electa, Myrian Prunotto, presentó en la sede de la Unión Cívica Radical de nuestra ciudad, como consecuencia de la decisión del centenario partido de avanzar con su expulsión tras el salto que concretó a las filas del oficialismo de Hacemos Unidos por Córdoba derivó ayer en un fuerte enfrentamiento político entre ambos espacios.
Como se recordará, el Comité Provincia de la UCR formalizó días atrás ante su Tribunal de Conducta un pedido para desafiliar a todos los dirigentes radicales calificados como díscolos, entre ellos Prunotto, actual intendenta de Estación Juárez Celman y afiliada al partido.
Ya en la víspera, el radicalismo rechazó «el circo mediático y vergonzoso» de la Vicegobernadora electa, a la vez que anticipó que el mencionado organismo interno del partido opositor «posee todos los antecedentes debidamente fundamentados para que actúe en forma contundente y desafilie a Prunotto y a otros dirigentes que siguieron su camino». En dicha «lista negra» estarían también el intendente de Arroyito, Gustavo Benedetti, y el legislador provincial de Juntos por el Cambio, Orlando Arduh.
Lo concreto es que la UCR de Córdoba aseguró -a través de un comunicado- que «la dirigente de Hacemos Unidos por Córdoba tendrá ante el Tribunal de Conducta la posibilidad de dar su posición cuando sea oportunamente convocada». Al mismo tiempo, afirmó: «El radicalismo en su totalidad y unánimemente considera que Prunotto debe ser expulsada».
Este nuevo cortocircuito, que tuvo su origen durante la campaña electoral a nivel provincial, se reactivó en la mañana de la víspera cuando Prunotto acudió personalmente a la Casa Radical junto a su abogado, Alfonso Buteler, con el objetivo de entregar una nota ante las autoridades. Pero como el edificio ubicado frente al Patio Olmos se encontraba cerrado, dejó finalmente la nota por debajo de la puerta. El hecho simbólico fue certificado por su letrado y una escribana.
A continuación, la Vicegobernadora electa aprovechó para dialogar con los medios de comunicación presentes y remarcó que la «situación no es nueva», ya que cuando recorrió «más de 14.800 kilómetros» durante su campaña junto al ahora mandatario provincial electo, Martín Llaryora, encontró «en cada uno de los pueblos a radicales que les había pasado lo mismo que a mí, donde el partido les había cerrado la puerta».
La jefa municipal volvió a criticar a la conducción partidaria del partido opositor, al afirmar que ella hizo «una coalición, como la hizo la dirigencia actual de la UCR». «Ellos llevaron un candidato a gobernador peronista (por el senador nacional Luis Juez)», les reprochó Prunotto.
Luego, agregó que «por primera vez no llevamos un gobernador radical. Siempre enarbolé en toda mi campaña la bandera del radicalismo. Es más, soy la primera Vicegobernadora radical mujer que va a gobernar la provincia de Córdoba», rescató.
Más adelante, explicó que se presentó a la sede partidaria con su abogado para que la represente en su intento de defensa a los efectos de evitar la desafiliación. «Lo hemos recibido a través de los medios y no hemos sido notificados formalmente. Así que vinimos con el doctor Buteler, mi abogado defensor», detalló.
Por su parte, al hacer mención a la embestida del centenario partido reconoció que «me duele como radical, este es mi tercer período como intendenta de Estación Juárez Celman, gané mis elecciones con este partido, siempre participé activamente y acompañé a otros candidatos radicales».
«Me preocupa que sea una cuestión de género»
Finalmente, se mostró sorprendida ante la posible sanción en su contra. «Me preocupa pensar que sea una cuestión de género», objetó la Vicegobernadora electa al rememorar casos similares protagonizados por hombres afiliados al partido que no fueron expulsados.
En la nota que dejó en la sede del radicalismo de Córdoba, Prunotto solicitó «el debido respeto a las garantías constitucionales, así como a la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra la mujer, aprobada por la ley 23.179». Además, pidió la reserva del caso federal, «para acudir ante la Corte Suprema de Justicia, toda vez que cualquier medida en mi contra implicará una grave violación a los derechos de defensa, debido procedimiento previo y de razonabilidad».
La réplica de Carasso, titular del partido
El presidente del radicalismo de Córdoba, Marcos Carasso, salió al cruce de la estrategia de Prunotto y destacó ayer que «con el inmenso apoyo de los dirigentes partidarios, firmé la denuncia para que aquellos que decidieron actuar en contra de la UCR en el pasado proceso electoral, deban dar explicaciones al Tribunal de Disciplina».
«Quizás por no frecuentar nuestra Casa Radical, Prunotto no está al tanto de los horarios de atención, de todas maneras, no sorprende semejante circo mediático», amplió el también diputado nacional en un hilo de tuits.
Al respecto, el referente negrista fue más allá y lanzó un abierto desafío político hacia la Vicegobernadora electa: «Pronto tendrás novedades del Tribunal de Conducta partidario, donde podrás defenderte y fundamentalmente, explicarnos a los dirigentes de toda la provincia, cuáles fueron los motivos que te llevaron a tomar la decisión de ser parte de la fórmula del peronismo, al cual históricamente enfrentamos y tenemos visiones distintas acerca de cómo gestionar».
«Como vicegobernadora electa, podrías golpear las puertas de familias y víctimas de la inseguridad, o de jubilados que perdieron el 82% móvil, o de docentes y médicos con salarios de miseria», arremetió Carasso.
Rossi: «Llaryora la manda a cooptar el radicalismo»
A su turno, el legislador provincial del bloque Juntos UCR, Dante Rossi, advirtió que «el gobernador electo Martín Llaryora es igual al kirchnerismo». «Con fondos públicos la manda a Myrian Prunotto a cooptar el radicalismo, tal como en algún momento lo hicieron Néstor y Cristina», comparó.
Sobre el particular, el parlamentario radical evaluó que «le hace un daño enorme a la política ver a dirigentes cambiarse de partido para poder ocupar cargos públicos». «Prunotto hizo un acting mandada por su nuevo jefe intentando hacer una conferencia de prensa en la Casa Radical», reprochó Rossi.
Y acotó: «La coalición que llevó a Llaryora al gobierno se hizo a fuerza de cargos públicos, atrayendo dirigentes radicales con pocos escrúpulos y nada de valores. La UCR no tiene nada que ver con eso». El legislador dijo que «es una muestra de lo que viene para Córdoba. Compraron dirigentes a fuerza de cargos, obligaron a asociaciones intermedias a trabajar para la campaña, apretaron contratados y empleados, repartieron de manera inescrupulosa fondos públicos, e hicieron gala de explotar el clientelismo».
«Llaryora no tiene respeto por un partido político como la UCR. Vamos a vivir un tiempo donde se va a profundizar la baja calidad institucional de la provincia», pronosticó Rossi.