El presidente de Chile, Gabriel Boric, realizó ayer cinco cambios en su gabinete, siendo la tercera modificación en poco más de un año de mandato, y a un día de una reunión clave con la coalición de derecha Chile Vamos para negociar las reformas importantes del programa de Gobierno.
Los cambios se dan también pocos días después de que el ex ministro de Desarrollo Social y mano derecha de Boric, Giorgio Jackson, presentara su renuncia ante las presiones de la oposición por supuestos casos de corrupción de militantes de su partido político con traspasos de fondos entre fundaciones y el Estado.
“El día lunes recién pasado llamé personalmente a los presidentes de los partidos de Chile Vamos para invitarlos a sentarse a la mesa a dialogar en torno a la ruta sobre los problemas más urgentes que aquejan a las personas”, dijo Boric al término de la ceremonia de cambio de gabinete en el Palacio de la Moneda.
El mandatario llamó nuevamente a la oposición a “enfrentar respetuosamente las diferencias” y “encontrar los puntos en común”, pensando en aquellas reformas que van en beneficio de las personas, en referencia directa al proyecto de reforma tributaria.
En esa línea, Boric valoró “la disposición de los partidos de Chile Vamos de aceptar la invitación de retomar el diálogo” en el que se abordará “la reforma de pensiones, pacto fiscal y reforzar la agenda de seguridad”. Y cerró: “Es hora de dejar todo atrás y avanzar juntos con mayor cohesión y unidad política, eso es lo que la Patria nos demanda”,
Bachelet pidió “no justificar lo injustificable”
La ex presidenta de Chile Michelle Bachelet afirmó ayer que la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado (1973-1990) llega en un momento “polarizado” del país, pero que “nadie puede justificar lo injustificable” ante encuestas recientes que muestran un respaldo a Augusto Pinochet a pesar de las violaciones a los derechos humanos en la dictadura.
“Llegamos con un país polarizado, con bastante desinformación, puede que no haya una verdad histórica para todos igual, pero nadie puede justificar lo injustificable”, dijo la ex mandataria.
En esa línea, dijo que estos 50 años “tienen que celebrarse recordando el pasado” y pensando en el futuro del país, pero “diciendo que todo lo que pasó fue inaceptable”.
Bachelet manifestó que “es legítimo que las personas puedan tener distintas perspectivas de lo que pasó”, pero que eso no justifica lo ocurrido en la dictadura.