La Organización Meteorológica Mundial (OMM) develó a través de un informe que la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera alcanzó un récord histórico. El dióxido de carbono, el más importante de estos compuestos, llegó a las 407, 8 partes por millón de valor mundial máximo el año pasado durante la época de la primavera en el hemisferio norte. La preocupación surge ya que el incremento está siendo cada vez más veloz, incluso, los niveles continuarán subiendo en los próximos años.
Hasta el momento, la cifra que se obtuvo es la más elevada desde que existen mediciones y según aseguraron los expertos, equivale a la mayor concentración de CO2 que se dio en la Tierra entre tres y cinco millones de años, tras analizar las burbujas de aire que quedan atrapadas en el hielo.
Cabe destacar que en ese período la temperatura era de 2 a 3 grados centígrados más cálida y el nivel del mar, entre 10 y 20 metros superior al actual. La diferencia con respecto a este tiempo, es que las variaciones se efectuaban de manera natural a lo largo de miles de millones de años, mientras que hoy las transformaciones que se observan se están produciendo en décadas. El problema podría agravarse por la falta de compromiso de las naciones debido a que dispersan más gases a la atmósfera. “Sólo algunos países en Europa occidental están haciendo la labor necesaria.
Los grandes emisores de gases, especialmente EE.UU. y China, no están haciendo nada”, aclaró Emilio Cuevas, director del Observatorio Atmosférico de Izaña (Aemet). Por otro lado, el experto señaló una posible solución a dicho fenómeno: “Cero emisiones. De lo que emitimos, la mitad se queda en la atmósfera y la otra mitad la absorben los bosques y los océanos. Es decir, para estabilizar los niveles de gases de efecto invernadero se debería emitir cero a nivel mundial”.