El Laboratorio Nacional del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) diagnosticó “nuevas muestras positivas a la enfermedad, las cuales fueron tomadas en lobos marinos (Otaria flavescens) encontrados muertos en el Puerto de Quequén, Necochea (Buenos Aires), y en el Puerto Loyola (Santa Cruz)”, se informó a través de un comunicado de prensa.
Hasta la fecha, se habían atendido cuatro notificaciones en lobos marinos: las primeras dos resultaron negativas; la tercera, detectada en Río Grande, en Tierra del Fuego, Antártida e Islas de Atlántico Sur, fue el primer caso positivo en esta especie; y la cuarta, recientemente confirmada hace días en el Área Natural Protegida Punta Bermeja, Rio Negro.
El pasado miércoles tomaron otras muestras de lobos marinos que aparecieron muertos en Mar del Plata, Buenos Aires, y hoy en Puerto San Julián, en Santa Cruz. De estos dos últimos sitios, las muestras aún no arrojaron resultados ya que los estudios demoran unas 48 horas.
Todos estos hallazgos y resultados se realizaron en el marco de las acciones de vigilancia y las medidas sanitarias que se llevan adelante en todo el territorio nacional para la prevención de la enfermedad, detallaron desde el Senasa.
Y agregaron que “dentro del protocolo de toma de muestras junto a las autoridades locales se identifica el lugar para el entierro de los animales muertos sospechosos para evitar cualquier tipo de contaminación o de contagio de otros animales o personas”.
Consultados si este tipo de enfermedades en mamíferos marinos afectan el estatus zoosanitario, los especialistas explicaron que ello no ocurre y que Argentina “se reconoce como país libre de Influenza Aviar Altamente Patógena en aves de corral”. De todos modos, el organismo recomendó “no manipular animales muertos o con sintomatología sospechosa”.